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Ginebra, 18 Ene (Notimex).- Un informe de Naciones Unidas (ONU) concluyó que civiles del norte de Malí son víctimas de trato degradante y violaciones graves de derechos humanos por la interpretación y aplicación “extrema” de la ley islámica.
Los miembros de la misión que elaboraron el informe “concluyeron que los civiles en el norte de Malí sufren un trato degradante a causa de la interpretación extrema de la Sharia (ley islámica)”, afirmó este viernes en rueda de prensa el portavoz del Alto Comisionado de la ONU para Derechos Humanos (ACNUDH), Rupert Colville.
El reporte de 20 páginas realizado a petición del Consejo de Derechos Humanos de la ONU fue realizado por un grupo de expertos que visitó Malí, Burkina Faso, Mauritania y Níger en noviembre pasado para evaluar la situación y graves violaciones de derechos humanos.
Estas violaciones ocurren de manera generalizada desde enero de 2012, subrayó Colville, en especial en el norte controlado por los grupos radicales Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MLNA), Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), Ansar Dine y Monoteísmo y Yihad en África Occidental (MYAO).
Los expertos documentaron que en el norte de Malí se han venido cometiendo severas violaciones de derechos humanos desde enero de 2012, incluyendo ejecuciones sumarias y asesinatos extra-judiciales.
Hace un año, el 24 de enero de 2012, combatientes armados identificados como miembros de la MLNA utilizaron a estudiantes como escudos humanos para obligar a las fuerzas militares a rendirse y posteriormente ejecutaron 94 de los 153 soldados capturados que estaban desarmados, citó Colville.
Las muertes de civiles también fueron reportadas, agregó Colville, incluso de personas que trataron de resistir el saqueo de los almacenes de ayuda humanitaria por parte de grupos armados en abril de 2012.
Asimismo, una pareja de jóvenes que no estaban casados fueron apedreados hasta la muerte en Aguelhok el 29 de julio 2012 por miembros de Ansar Dine y el MYAO, lamentó.
Por otra parte, continuó, “las mujeres, en particular, han sufrido acoso, abusos y violencia sexual, al ser acusadas de estar mal veladas o vestidas de manera inapropiada e incluso por manejar una moto”.
“El 3 de abril, una mujer de 22 años de edad fue violada por seis hombres armados supuestamente pertenecientes al grupo extremista Ansar Dine por no llevar el velo puesto en su propia casa”, indicó el informe.
Señaló que “las violaciones de mujeres y niñas, a veces en presencia de sus familiares y, a menudo aparentemente llevado a cabo sobre una base étnica, se han utilizado en varias ocasiones en el norte para intimidar a la gente”.
Así como para “romper cualquier forma de resistencia, en una cultura donde la violación es considerada como tabú y las víctimas a menudo sufren de exclusión social”, observó.
“Las jóvenes, a veces tan jóvenes como de 12 o 13 años, según se informa, se han visto obligadas a casarse con miembros de Ansar Dine, MYAO y AQMI y luego son violadas en grupo por varios días”, refirió Colville.
El informe también pone de relieve los casos de detención arbitraria en Gao, Tombuctú y Kidal, así como los casos de violencia sexual contra las mujeres detenidas.
Además, el informe denuncia el reclutamiento de niños soldados, a veces de apenas 10 años, por grupos extremistas.
Los expertos de la ONU documentaron “casos de amputación por parte de grupos extremistas, incluyendo el caso de un hombre de 30 años de edad cuya mano derecha fue cortada con un cuchillo de cocina por el presunto robo de ganado después de un juicio sumario establecido por la milicia MYAO”.
En lo que se refiere a los territorios controlados por el gobierno, el grupo de la ONU también destacó violaciones de derechos humanos, incluidos los asesinatos extra-judiciales de varios soldados del ejército de Malí y por lo menos 21 casos de desapariciones forzadas tras un fallido golpe de Estado, el 30 de abril de 2012.
La misión expresó su alarma por las crecientes tensiones étnicas en Malí, que también podría dar lugar a posibles actos de venganza contra las comunidades tuareg y árabes percibidos como vinculados a los grupos armados.
El ACNUDH celebró la decisión del fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) de abrir una investigación sobre la situación en Malí, lo que a su parecer “envía un mensaje muy claro de que los autores tendrán que responder ante la justicia”.