La dosis de radiación que recibieron los residentes de la región de Fukushima, Japón, es tan baja que no se espera ningún aumento en los casos de cáncer en el futuro, concluyeron hoy científicos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El Comité Científico de la ONU sobre los Efectos de las Radiaciones Atómicas presentó este viernes en Viena, Austria, su reporte sobre el impacto en la salud humana de la radiación emitida durante la crisis en la planta nuclear de Fukushima Daiichi en 2011.
Los científicos estimaron que no hay riesgo de cáncer, gracias a que la rápida evacuación de los residentes de las áreas aledañas a la central nuclear contribuyó a que las personas recibieran poca dosis de radiactividad.
El panel indicó que en su evaluación de dosis de yodo radiactivo -asociado con el cáncer de tiroides-, la mayoría de los casos fue inferior a los críticos 50 milisieverts, umbral por encima del cual se da a los niños pequeños tabletas preventivas.
Mencionó sin embargo casos aislados de hasta 66 milisieverts de yodo radiactivo, en tanto que respecto al cesio se hallaron niveles de hasta 15 milisieverts, muy por debajo del límite de 100 que podría aumentar el riesgo de cáncer.
Los reactores en Fukushima sufrieron daños por el terremoto y el tsunami que golpearon el este de Japón en marzo de 2011 y dejaron alrededor de 19 mil muertos.
La crisis que se suscitó fue considerada la peor desde el accidente nuclear de 1986 en Chernobil, en el cual muchas personas recibieron altas concentraciones de yodo radiactivo, que derivaron en múltiples casos de cáncer de tiroides.
Los niveles de radiación entre los japoneses vecinos de Fukushima también fue menor debido a que se les impidió consumir alimentos contaminados.
Los científicos recomendaron llevar a cabo estudios de seguimiento en la salud de los residentes.
Ginebra, 31 May (Notimex).