Este lunes comenzó la nueva ronda de pictogramas y ocho mensajes de advertencias sanitarias, sobre el daño que provoca fumar, y que deben colocarse en las cajetillas, etiquetado y empaques de cigarros con el propósito de desalentar el tabaquismo.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) advirtió que prepara visitas de verificación a plantas de la industria tabacalera, para constatar la impresión de los nuevos pictogramas y el cumplimiento de la legislación sanitaria que determina la impresión de nuevos pictogramas y mensajes cada seis meses.
Los pictogramas, que deben abarcar el 30 por ciento de la superficie de la parte frontal superior de la cajetilla o del empaque, muestran imágenes de una rata muerta, un bebé prematuro, una persona intubada en camilla por un infarto al miocardio y otra persona con un tanque de oxígeno.
En el caso de las advertencias y mensajes sanitarios, deben cubrir el 100 por ciento de la cara posterior de la cajetilla y el 100 por ciento de uno de los costados laterales de las cajetillas y paquetes.
Hay ocho diferentes: Este producto contiene nicotina. Es una sustancia altamente psicoadictiva; Este producto puede contener amoniaco. Sustancia tóxica que facilita la absorción de nicotina manteniendo la adicción.
También: Este producto puede contener plomo. Metal tóxico para el cerebro; Tendrás una muerte lenta y dolorosa; Fumando dañas a tu familia; Fumar daña tus arterias; Acorta tu vida fumando; y Este producto contiene polonio 210 que provoca daños genéticos y muerte temprana.
Los mensajes sanitarios y pictogramas establecidos deberán figurar en igualdad de proporción durante el plazo señalado en cada marca de productos de tabaco que se fabrique, produzca o importe y que sean distribuidos dentro del territorio nacional sin privilegiar marca alguna.
La inclusión de pictogramas en las cajetillas de cigarros es obligatoria desde el 24 de septiembre de 2010 y, como parte del cumplimiento del Acuerdo Marco para el Control del Tabaco que impulsó la Organización Mundial de la Salud, México incorporó en su legislación sanitaria la obligación de la industria tabacalera de realizar dichas impresiones.