Autoridades en Japón aseguran que cientos de copias de “El diario de Ana Frank”, escrito por una niña judía que vivía escondida en Ámsterdam durante el holocausto, y otros libros relacionados han sido destrozados en bibliotecas públicas de Tokio desde comienzos de año.
El bibliotecario Kaori Shiba dijo que entre diez y 20 páginas habían sido arrancadas de cada libro, dejándolos inutilizables.
No está claro quién es el responsable.
El Centro Simon Wiesenthal dijo en un comunicado que el alcance geográfico de los incidentes sugiere que se trata un esfuerzo organizado para denigrar la memoria del más famoso de los 1,5 millones de niños judíos asesinados por los nazis en la Segunda Guerra Mundial.