Los productores Mónica Lozano, Daniel Birman y Rodrigo Herranz participan en la XV Convención Nacional de Canacine.
Al hablar sobre la actual situación de la realización cinematográfica en México, Mónica Lozano aseguró que uno de los grandes retos que enfrentan los productores en la actualidad es tener una visión global de mercado para llegar a un mayor público.
Al participar en la XV Convención Nacional de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica y del Videograma (Canacine), la fundadora de Alebrije Producciones aseguró que aunado a lo anterior, “los productores debemos ser más asertivos para que el producto que llegue a la pantalla sea de calidad”.
Indicó que la competitividad se obtiene cuando se tiene acceso al mercado y en el caso de la producción de cine esto está relacionado con los contenidos, “es cierto que hay un volumen de producción muy importante, pero uno de los retos de los productores es que veamos el entorno global”.
Indicó que se debe reflexionar sobre cómo se están generando los cambios en la industria, quiénes son los competidores, los caminos para acceder a los públicos y los mercados, cómo hacer para reconocer el capital humano y conectar con el público,
“Hoy es un momento de grandes desafíos para la producción, es un tema de tensión con la exhibición y distribución, porque creemos que nuestros productos no están llegando al público como se quisiera y en este sentido entra el debate sobre la calidad y las temáticas de las producciones”, expresó Lozano.
Abundó que uno de los temas que están sobre la mesa es si en México se está realizando un cine con identidad, si se están copiando fórmulas o si el tipo de cine está condicionado por el interés de las empresas que apoyan la producción.
Lozano apuntó que el productor diseña un proyecto y analiza si la temática y el planteamiento está dedicado a cierto sector de la población, “pero hoy el modelo cinematográfico te obliga a hacer exhibiciones masivas y quizá no todo el producto tendría que responder a ese modelo”.
Al respecto, consideró que es necesario que existan modelos que permitan otra opción de exhibición, historias que merecen ser contadas y llegar a su público, sin que necesariamente sean distribuidas con 600 copias en el mercado, “debemos permitir la diversidad y pluralidad de productos fílmicos”.
Por su parte, Daniel Birman Ripstein, de Alameda Films, consideró que hablar de la calidad de películas es algo muy ambiguo y el papel que juega el productor es complicado, “no nos dedicamos a cumplir caprichos de directores, lo que hacemos es estar pendientes de todas las etapas por las que tiene que atravesar un filme para su realización”.
En este sentido, destacó la importancia de los estímulos fiscales destinados a la creación fílmica, pues han sido un detonante para la producción, “hay proyectos que no podrían cristalizarse sin el respaldo de este tipo de apoyos”.
Puso como ejemplo que en Estados Unidos hay películas que si no se proyectan en cine se editan en formato de video, pero en México eso es imposible, porque significaría matar la película, porque lo cierto es que las ventanas alternas de exhibición están determinadas por el resultado que tenga en pantalla.
Finalmente, Rodrigo Herranz, de Caguama Producciones, sostuvo que el cine es arte y por lo mismo es subjetivo, pero hay películas para todo tipo de públicos, “y los productores siempre debemos estar convencidos de la calidad del proyecto, llevar una historia fantástica y que el público decida si es de su gusto o no”.
Destacó la necesidad de hacer política integral para poder exhibir en las mejores condiciones posibles el cine mexicano, “nuestro interés es llegar al mayor número de público y ofrecerle un producto de calidad para consolidar la industria en todos sus sectores”.
Puebla, 11 Abr. (Notimex).