NUEVA YORK — Final ideal. Luego de vencer a Stanislas Wawrinka y Richard Gasquet, respectivamente, Novak Djokovic y Rafael Nadal se verán las caras en la definición del US Open.

[sws_shortcode width=”450″ float=”none” class=”sws_grey”] [/sws_shortcode]

En el primer turno, un partido muy emotivo y cambiante, con condimentos para todos los gustos y una duración total de cuatro horas y nueve minutos, Novak Djokovic se impuso por 2-6, 7-6 (4), 3-6, 6-3 y 6-4 a Stanislas Wawrinka y avanzó a la final del Abierto de los Estados Unidos. Así, el serbio se aseguró mantener el N°1 del mundo una vez finalizado el torneo, más allá de lo que pase en la definición ante el español Rafael Nadal.

Djokovic-Wawrinka

Getty ImagesDjokovic, Wawrinka y una semifinal de alto nivel

Djokovic volvió a quedarse con el grito del final. Como en enero, en octavos de Australia, cuando el suizo lo hizo trabajar y mucho antes de aquel 12-10 en el quinto set. Aunque aquí más que grito hubo una postura entre austera y complaciente, como quien sabe que ha cumplido con su trabajo. Nole debía asumir el protagonismo y lo hizo. Y, por tercer año consecutivo, estará en la definición.

¿Desde dónde explicar el partido? En las más de cuatro horas de acción, los vavienes tenísticos, emocionales y hasta físicos hicieron que el marcador y el favoritismo viraran de uno a otro lado.

Indudablemente, hasta el octavo game del segundo parcial era todo de Wawrinka. El suizo desgastaba con el revés, concretaba con la derecha y enfrente veía a un Djokovic “autodestructivo”, llamativamente fastidioso y con pocas respuestas desde el servicio (en el primer set ganó apenas un punto de nueve con su segundo saque y cometió cuatro dobles faltas).

Sirviendo, entonces, Wawrinka, con ventaja de 6-2 y 4-3, el serbio encontró el quiebre tras cuatro intentos fallidos en la manga y se prendió en el partido. Las quejas hacia su banco ahora mutaban en puño apretado y la historia se equilibraba. Ya en el desempate, el N°1 aprovechó algunas licencias del suizo (incluida una doble falta) y sentenció la paridad con una devolución marca Djokovic.

Los roles parecían invertirse y en el arranque del tercer set era Wawrinka quien ahora se irritaba. El suizo quedaba 30-40 en el game inicial y recibía una advertencia por abuso de pelota. No obstante, conseguiría sacar adelante el juego y frenar la que sería la única chance de quiebre de Djokovic en toda esa manga.

Así como mencionábamos los vaivenes del partido, el tercer parcial se definió en una ráfaga de Wawrinka. En 3-3 y 30-30, cuando asomaba la presión de Djokovic, el suizo ganó casi por cansancio un rally de 29 golpes (el más largo hasta allí; luego se superarían…) e inició una racha de ocho puntos consecutivos que lo vio quebrar en cero al serbio y pasar de esa situación de compromiso a estar 5-3 30-0.

Pero hasta allí llegaría la ilusión del helvético. En el cuarto set Djokovic logró lo que no había podido en el anterior: quebrar de entrada. Y desde esa ventaja edificó un dominio que ya no perdería. Hasta allí, Wawrinka se había quedado cinco veces con el saque del serbio en nueve oportunidades. En las dos últimas mangas, esa estadística mutaría a 0/0.

Abuso de raqueta, punto de penalidad, tiempo médico, atención en vestuarios. El cuarto set de Wawrinka estuvo marcado por cuestiones extratenísticas y todo hacía pensar en un quinto set que rememorara la batalla de Melbourne. Más cuando el tercer game se estiraba por ¡21 minutos!, con un total de 12 deuces. Fue con el suizo al servicio y con cinco break points para Djokovic en el camino. Tuvo de todo, casi como una versión reducida de lo que fue el partido, con puntos increíbles y una consistencia que despertaba ovación tras ovación.

Pero lo que descansaba detrás de ese game extraordinario era la tendencia de que a Wawrinka ya se le estaba haciendo verdaderamente cuesta arriba mantener el ritmo de Djokovic. Y en su siguiente juego al servicio sufrió el quiebre que acabaría por definir el partido. En el global, Nole cerró su plantilla con 38 winners y 46 errores no forzados. Wawrinka registró 19 tiros ganadores más, pero también falló 69 pelotas.

En el segundo turno, Rafael Nadal doblegó a Richard Gasquet por un claro 6-4, 7-6 (1) y 6-2 tras dos horas y 22 minutos de juego. El español no mostró grietas. Pura solidez, más allá de que en el segundo set fue doblegado con su servicio por primera vez en el torneo.

Rafael Nadal

Getty ImagesRafael Nadal, implacable en semifinales

35 tiros ganadores y 24 errores no forzados fue el saldo del manacorí que fue claramente el dominador del encuentro ante el galo (26 y 32, respectivamente).

Fue intenso el segundo set, donde Gasquet estuvo arriba y con chance de empardar el partido, pero fue en el tiebreak donde Nadal aplicó todo el temple para ponerse 2 sets a 0, algo prácticamente irremontable para el hombre de Beziers.

Más, siendo consciente de la efectividad del español que, a lo largo del encuentro, quebró el servicio en las cuatro ocasiones que tuvo a su merced.

Ahora el español lleva una racha de 21-0 en canchas duras esta temporada y 59-3 en total y ha logrado avanzar a la final en 12 de los 13 torneos que disputó, ganando, al momento, nueve títulos. Además, Nadal ahora lleva ventaja de 11-0 contra Gasquet a nivel profesional.

Mientras tanto, Gasquet era el primer francés en alcanzar las semifinales en el Abierto de los Estados Unidos desde Cedric Pioline en 1999 quien, además, es el único galo en la Era Abierta en llegar a la final en el Abierto (1993). El último francés en ganar el título del torneo fue Henri Cochet en 1928 (también ganó en 1926).