jabón, África, estudiantes, malaria

La cabeza te duele, ardes con una fiebre altísima, tus adoloridos huesos se sienten como si pesaran una tonelada. Tu cuerpo exhausto y cubierto de profuso sudor tiembla con escalofríos que hacen rechinar tus dientes.

Para cualquiera que haya tenido ataques graves de malaria, esta es la nauseabunda montaña rusa que la enfermedad causa a sus víctimas.

Pero ahora, una innovación ganadora de premios y creada por dos estudiantes en Burkina Faso podría ayudar a reducir el impacto devastador de la enfermedad mortal, que es causada por parásitos que se transmiten a los humanos a través de las mordidas de mosquitos infectados.

Moctar Dembele, originario de Burkina Faso, y Gerard Niyondiko, de Burundi, utilizaron hierbas locales e ingredientes naturales para crear un jabón que dicen repele los mosquitos, para prevenir la malaria.

La innovación, llamada Fasoap, fue premiada en abril con el Gran Premio de 25,000 dólares en la Competencia Global de Empresas Sociales (GSVC, por sus siglas en inglés). La GSVC es una competencia global diseñada para ayudar a los emprendedores a transformar sus ideas en negocios que tendrán un impacto social positivo. Fue lanzada por los estudiantes de la maestría en Administración de Negocios de la Universidad Berkeley, en Estados Unidos.

El Fasoap está hecho de manteca de karité, aceite de limón y otros ingredientes que no han sido revelados.

“Después de utilizar el jabón, éste deja en la piel una esencia que repele los mosquitos”, dice Niyondiko, quien estudia con Dembele en el Instituto Internacional de Agua e Ingeniería Ambiental en Ouagadougou, la capital de Burkina Faso.

“Además, los productos de aguas residuales contienen sustancias que previenen el desarrollo de larvas de mosquitos, debido a que el problema de saneamiento en África es una de las causas de mosquitos vectores de malaria”.

Aproximadamente la mitad de la población mundial tiene el riesgo de contraer malaria, según la Organización Mundial de la Salud. El impacto de la enfermedad se siente en su mayoría en los países más pobres del mundo; en 2010, hubo un estimado de 660,000 muertes por malaria, 90% de las cuales ocurrieron en África subsahariana, en su mayoría entre niños menores de cinco años.

En muchos de estos países, además del alto precio sobre la vida humana, la malaria también impone una carga pesada en sus economías. Los presupuestos familiares se ven apretados por las altas cuotas para los medicamentos y tratamientos, los honorarios de los médicos y el transporte a las clínicas; las comunidades marginadas se encuentran atrapadas en un ciclo vicioso de pobreza debido a la pérdida de productividad o ingreso gracias a la enfermedad; los fondos estatales son drenados para pagar el mantenimiento de instalaciones de salud y programas de investigación.

Niyondiko dice que su empresa de jabón antimalaria, que se llama Faso Soap, ayudará a abordar todas esas cuestiones. “En nuestro país la mayoría de la población vive debajo del umbral de pobreza”, explica, al añadir que la mayoría de las personas no puede darse el lujo de comprar regularmente medicamentos y productos como cremas antimosquito, sprays o mosquiteros.

“Así que pensamos en un jabón repelente y contra las larvas de mosquitos que será accesible y costeable para la mayoría de la población, al ver que el jabón es un producto básico y especialmente no añadirá otros costos adicionales a la población”, dice Niyondiko.

“Nuestro jabón cumplirá el deseo de la población de estar limpio, al igual que los protegerá de la malaria, sin ningún costo adicional para ellos”.

El equipo ahora trabaja en la optimización del jabón a través de pruebas clínicas, con el objetivo de entrar al mercado en 2015, primero desde Burkina Faso.

“Nuestro objetivo es que nuestro jabón sea ampliamente distribuido para llegar al mayor número posible en África subsahariana y otras partes del mundo afectadas por la malaria”, dice Niyondiko. “Esto quiere decir que las ONGs y las empresas serán nuestros clientes potenciales para la distribución de nuestros productos. Después de la victoria obtenida en Berkeley hay muchas ONGs y empresas que hablaron sobre una asociación con nosotros para distribuir nuestro jabón en partes diferentes, incluso fuera de África”.

James Logan, entomólogo médico en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres en Inglaterra, dice: “El concepto de poner un repelente en un jabón es atractivo ya que a menudo puede ser difícil hacer que las personas utilicen un repelente tópico”. Sin embargo, advierte que se necesita publicar evidencia científica de que el jabón puede reducir exitosamente la transmisión de malaria.

Para ganar el Gran Premio de la GSVC, Niyondiko de 35 años y Dembele de 22 años, vencieron a 650 competidores de casi 40 países. Su victoria marca la primera vez en la que una participación africana gana la competencia.

“Es un sentimiento de alegría y orgullo para nosotros y para África en general”, dice Niyondiko sobre su victoria. “También muestra que en África no nos quedamos atrás y que los problemas de África pueden ser resueltos por los africanos”.

CNN