Historias urbanas

El Metro de la Ciudad de México III

Continuando con la entrega anterior sobre Historias urbanas he aquí un poco más sobre la curiosa simbología de las estaciones de nuestro Sistema de Transporte Colectivo Metropolitano o sea el Metro; esperando sea de su agrado y les haga más amable su transportación en este sistema sobresaturado que día a día moviliza millones de mexicanos por toda la urbe. Empecemos pues:

Santa Martha

Ubicada en la línea A del Metro, es decir la moradita, la estación muestra la silueta de Santa Martha; ella fue hermana de María Magdalena y de Lázaro (el mismito que resucitó). Es considerada patrona de los cocineros, ya que atendía a Jesucristo cuando visitaba su casa. Durante la Nueva España, el convento construido sobre los antiguos vestigios del reino de Acatitla fue consagrado a esta santa; con el tiempo, el antiguo reino prehispánico donde actualmente se asienta, se transformó en una de las colonias o pueblos importantes del oriente de la ciudad, tomando el nombre de Santa Martha Acatitla.

 Guelatao

Siguiendo en la misma línea, encontramos esta estación donde se muestra, con gran carencia estética la silueta del célebre don Benito Juárez. El nombre proviene del poblado ubicado en la sierra norte de Ixtlán, Oaxaca, donde nació el Benemérito de las Américas en 1806; sin embargo, el nombre oficial del poblado es San Pablo Guelatao, una comunidad formada por indígenas zapotecas. Es parte del municipio de Guelatao de Juárez, localizado al norte de Oaxaca a 55 kilómetros por la carretera federal 190 con destino al Istmo.

Construido a principios de la década del setenta, el monumento conocido popularmente como cabeza de Juárez (que es el ícono que utiliza la estación Guelatao), es un proyecto original del muralista mexicano David Alfaro Siqueiros. A finales de los 90’s, la delegación Iztapalapa inició un programa integral de rescate que consistió en la restauración del monumento y de la zona donde está instalada la monumental obra. Con andadores, áreas verdes y zonas recreativas, el interior está dedicado a resaltar la actividad artística de David Alfaro Siqueiros y a la trayectoria política de Benito Juárez García.

 Tepalcates

Tal vez, esta es la estación con menor erudición de todas; pues tepalcate es una palabra de origen náhuatl (tepalcatl) que refiere a un traste de barro; este término es muy popular dentro del argot arqueológico para definir las ollas, vasijas y trastes de barro. Como es de observarse, el símbolo de la estación es una vasija prehispánica. ¿Por qué se llama así la estación?, ni la página oficial del Metro lo sabe. Así que esperemos algún arqueólogo urbano nos pueda auxiliar ante dicha incógnita.

Pantitlán

En esta estación confluyen las líneas A, 9, 5 y 1 del Metro. El ícono de la estación son dos banderas de los avisos de navegación mexica, las cuales se utilizaban en el lago de Texcoco. Pantitlán es un vocablo náhuatl que significa: entre banderas. Durante el imperio azteca, ese lugar pertenecía al lago, justamente donde convergía una alcantarilla en donde los remolinos llegaron a hundir las canoas. Por ello se cercó el lugar colocando dos banderas como señal de advertencia a los navegantes. Ahora el remolino es de gente y sigue siendo un aviso para todo usuario del Metro.

 Eduardo Molina

Dentro de la línea 5 encontramos esta estación. La imagen representa una parte de la obra El agua, Origen de la vida, ubicada en el cárcamo del río Lerma, en el parque de Chapultepec; obra de Diego Rivera cuyo tema central son unas manos tomando agua.

El ingeniero Eduardo Molina nace en la Ciudad de México el 22 de agosto de 1892. Sus estudios profesionales los realiza en la facultad de Ingeniería de la UNAM. Apasionado por las obras hidráulicas municipales, en 1935 es director de Aguas del Distrito Federal. Tres años más tarde presenta a la Sociedad de Geografía y Estadística un estudio que se llama “Causas de las perturbaciones del subsuelo del Valle de México.” En 1960, debido a sus vastos conocimientos sobre la historia y los problemas del desagüe, el regente de la Ciudad de México lo nombra Director de las Obras de introducción de las aguas del río Lerma a la capital de la República. Con ello ésta no vuelve a vivir la sequía de 1922, en la que el agua se agota casi totalmente durante más de tres semanas. ¡Qué bueno que tiene su estación del metro!

 La Raza

Perteneciente a la línea 5 del Metro. La imagen de la estación representa al Monumento a la Raza. Esta obra, ubicada en Insurgentes Norte esquina con calzada Vallejo, está dedicada a la raza mexica. El monumento fue obra de Luis Lelo de Larrea, en 1940. Su construcción es de tipo pirámide precolombina: nos muestra en la parte inferior de sus lados derecho e izquierdo, a grupos escultóricos que representan al grupo defensa de Tenochtitlan y grupo Fundación de México; en la parte superior del monumento, en cada uno de sus frentes, hay un relieve en bronce con inscripciones: Itzcoatl, rey de México; Netzahualcóyotl, rey de Texcoco; Totoquihuatzin, rey de Tlacopan y la figura de Cuauhtémoc. Remata con una majestuosa águila que en un principio se destinó al Palacio Legislativo.

 Con esto finalizamos esta sección. Les deseamos un excelente cierre de semana y nos vemos en la próxima entrega de Ecos del Pasado.