Historias urbanas

El Metro de la Ciudad de México I

Recientemente al colaborar con una entrañable amiga y geógrafa humana vino a mí la epifanía sobre la importancia de ciertos espacios urbanos dentro del contexto cultural de las sociedades actuales; estos sitios llenos de particularidades donde los individuos contemporáneos realizamos nuestra vida cotidiana parecen cubiertos por un velo de obviedad que nos impide valorar y observar más allá de lo evidente, por ello Ecos del Pasado da un espacio a estos lugares llenos de encanto y que conforman parte esencial de nuestra sociedad, empezamos así pues con algunos aspectos del Sistema Metropolitano de Transporte Colectivo, mejor conocido como el Metro.

Sus inicios se remontan a la década de 1960 donde, a través de seis etapas constructivas (1967-1997) el Distrito Federal obtuvo uno de los sistemas de transporte masivo más utilizados hasta el día de hoy; sin embargo poco o nada se sabe de por qué la estación Chilpancingo tiene como emblema una avispa o de por qué existe un metro llamado Chabacano si ni siquiera se venden en esa zona o cuál es la razón de ser de esa rara figura para simbolizar la estación de San Cosme. Bien pues aquí en esta primera parte comentaremos unos cuantos datos curiosos de las estaciones y emblemas de nuestro amado Metro.

San Cosme

Localizada dentro de la línea 2 del Metro o sea la azulita, como decía mi abuelita, se encuentra ubicada en la Avenida Ribera de San Cosme. La imagen de la estación representa uno de los balcones de la fachada del edificio colonial de Mascarones. A finales del siglo pasado, San Cosme se convierte en un barrio popular, el cual comenzaba desde Tlaxpana, donde también había una ermita y una fuente, y posteriormente un panteón que hasta la fecha existe, y terminaba en lo que ahora es la calle de Buenavista. La calzada de San Cosme estaba bañada propiamente por las aguas del lago, por ese motivo, las casas edificadas en ella se consideraban situadas en la ribera de dicho lago. De ahí precisamente proviene el actual nombre de la avenida: Ribera de San Cosme. Una de las casas más notables de aquellos tiempos y que aún subsiste como joya colonial, es la conocida como de Mascarones, localizada a un lado de la estación.

Popotla

También localizada en la línea 2 esta estación resulta interesante, el símbolo de esta estación es el árbol de ahuehuete debido a la siguiente leyenda: Popotla es un antiguo pueblo situado sobre la calzada de Tenochtitlan o Tlacopan. Según esto, en la derrota de los españoles, Cortés lloró junto a un ahuehuete, un árbol que fue el único testigo de su llanto y que desde entonces, se le conoce como el árbol de la Noche Triste. Se conservó por muchos años como Monumento Nacional, pero un incendio lo destruyó. Los españoles fueron recibidos con grandes muestras de amistad por Moctezuma, mismas que Cortés nunca correspondió. El 20 de junio de 1520, ordenó el asesinato de todos los nobles aztecas que tenían como prisioneros. Por la noche, los españoles emprendieron la retirada, tratando de hacerlo con el mayor sigilo, posteriormente, evacuaron la ciudad y huyeron por la calzada de Tlacopan (hoy calzada México-Tacuba). Se inició una gran batalla y los aztecas derrotaron a Cortés, quien en su huida, al llegar a Popotla, el cansancio lo venció. Al presenciar un frondoso y enorme ahuehuete, se sentó a tratar de reponerse, pero el dolor y la angustia de la derrota lo hicieron llorar desconsoladamente.

Chilpancingo

Localizada en la línea 9 del Metro o, como dirían algunos, la café; el emblema de esta estación se debe al origen de la misma palabra náhuatl Chilpancingo: lugar de avispas. Esta ciudad guerrerense fue fundada el 1° de noviembre de 1591, gracias al permiso que otorgó el gobierno virreinal a las familias Leyva, Adame, Guevara y Alarcón para que establecieran un campamento y proporcionaran bestias de remuda para las diligencias que corrían de la ciudad de México al puerto de Acapulco. En la actualidad Chilpancingo se encuentra dividido en cuatro barrios ancestrales: San Mateo, San Francisco, San Antonio y Santa Cruz; tiene más de 300 colonias, las actividades básicas son: comercio, educación, administración y servicios, actualmente es el centro educativo de la entidad, esto debido a que se dieron las características que lo conformaron en el centro geográfico, histórico y político a partir de 1940, momento en que se da un dinámico crecimiento de la ciudad.

Tacubaya

Es la estación donde justo termina la café y se conecta con la línea 1 o la color de rosa, como dicen las señoras de antaño. La imagen de la estación representa la silueta de un cántaro (recipiente para agua). Tacubaya en náhuatl quiere decir “lugar donde se junta el agua”. El origen del lugar se ubica desde los chichimecas, en 450 d.C.; para 1276 llegan los mexicas y permanecen en el sitio hasta 1279, cuando se regresan a Chapultepec. En sus inicios se le llama Acozcomac “lugar donde se junta el agua”. Los mexicas la nombran Atlalcuihaya y a raíz de la fundación del ex-convento de San Diego, se le llama San José de Tacubaya. En 1861 Benito Juárez la nombra Tacubaya de los Mártires, en memoria a las víctimas del 11 de abril de 1859. Tacubaya deja de ser suburbio y se integra al proceso modernizador, pues ahí se construye el primer edificio alto de la capital del país, el conjunto Ermita, de un estilo arquitectónico vanguardista en aquella época. Después se construyen otros edificios como el Jardín, que crearon un ambiente distinto.

Salto del Agua

Localizada también en la línea color de rosa esta estación tiene como  ícono la fuente de Salto del Agua. El 20 de marzo de 1779, siendo Antonio de Bucareli y Ursúa el nuevo virrey de la Nueva España, se inaugura una fuente en el lugar donde se terminaba la arquería de un acueducto que corría por todo lo que es actualmente las avenidas Arcos de Belén y Chapultepec. El nombre de Salto del Agua se debe a una cascada que se formaba al caer el agua sobre un tazón de piedra, sostenido por las estatuas de tres niños montados en delfines. En esos tiempos, la gente que vivía por la zona acudía a recoger el agua en cubetas, ollas, tinajas, etcétera. Actualmente, se conserva la fuente como joya colonial por su gran y excelente trabajo de arte; el frente muestra un gran relieve que representa las armas de la Ciudad de México, como se usaban en aquel tiempo. En este, se veía un águila con las alas abiertas y una cruz en el pecho; entre sus alas aparecían unos estandartes españoles y entre sus garras pendían macanas; del pecho del águila, un medallón que representaba las armas de la ciudad. Este escudo fue borrado después de consumada la Independencia, debido a que contenía unas hojas de nopal con la corona imperial.

Con esto terminamos esta sección por el día de hoy, esperamos sea de su agrado y los invitamos a dejar sus comentarios. ¡Bonito cierre de semana!