Los precios del café están en una baja histórica, pero los consumidores no pueden ver que esto sólo conseguirá elevar los precios a la larga.

El café es el segundo producto básico más comercializado en el mundo, con el petroleo siendo el primero. En el 2011 el café costaba $3 dólares por libra, lo más alto que había estado por 14 años. Desde entonces, el precio ha disminuido a menos de la mitad de eso, llegando a niveles históricos. Pero esto no significa que cambien el precio en las cafeterías. “En realidad no podemos cambiar nuestros precios al ritmo que cambia en el mercado,” dice Ed Kaufmann, director del asado de semillas de café en Joe, una cadena de cafeterías en EUA. “Los bebedores de café son muy sensibles a los cambios de precio en el café.”

Así que cuando los precios suben, Joe ahorra deteniendo los viajes o con dotación de empleo. Cuando los precios bajan, se aumentan los viajes y la dotación para que puedan conseguir mejores semillas.

Pero cuando los precios bajan tanto como lo han hecho recientemente, sólo nos prepara para un nuevo aumento de precios. “Los precios del café están tan bajos que los granjeros están perdiendo dinero,” dice Robert Colbert, estratega en Rabobank, “El riesgo es que los granjeros reemplacen sus cosechas con otra cosa que no sea café.”

Eso crearía una deficiencia de café y causaría que los precios suban. Sumale a eso las especulaciones y un mercado cada vez más global y la fluctuación de precios para productos básicos como el café se vuelven extremos. “El precio de la cosecha sube, entonces el grajero va a querer hacer esa cosecha más grande. Los suministros incrementan substancialmente y en lugar de que el precio caiga en equilibrio, en realidad cae mucho más,” dice Andrew Burns, economista para el Banco Mundial.

Para lidiar con estos problemas, Kaufmann esta trabajando en firmar acuerdos con los cultivadores. “Esperamos que podremos fijar precios y trabajar fuera del mercado fluctuante.” Kaufmann espera que los contratos le conseguirán el precio adecuado para conseguir las semillas de la calidad que necesita y que los granjeros ganen lo necesario para mantener nuestras tasas siempre llenas.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.