El crucero Costa Concordia regresó a su forma vertical este martes, como el primer paso de un esfuerzo inédito para salvar a la embarcación encallada.
En un lento proceso que involucró poleas, cables y tanques de acero, un grupo de rescatistas consiguió girar la nave de 114.000 toneladas de las rocas donde encalló hace 20 meses.
“Fue una operación perfecta, yo diría”, dijo Franco Porcellacchia, jefe del equipo técnico de la línea de cruceros Costa Crochiere, propiedad de la firma estadounidense Carnival Cruises.
El rescate comenzó a las 9:00 horas de este lunes local. Para la medianoche, a pesar de los retrasos por las tormentas y la falta de cables importantes, el barco fue arrastrado desde las rocas y hacia arriba unos 25 grados, lo suficiente como para llenar con agua las cajas de acero macizo unidas a la cara expuesta del casco de la nave, utilizando el peso de esa agua para terminar rodando el barco en una plataforma de acero construida en el suelo del mar.
Cuatro horas más tarde, se colocó al barco naufragado en la plataforma, dijo Franco Gabrielli, el jefe de la Autoridad de Protección Civil de Italia. Una vez enderezado, se vio la línea diagonal que separa la pintura blanca del casco con la de la suciedad marrón que recogió mientras el estribor permaneció hundido.
“Ambas partes laterales del buque tendrán importantes obras y reparaciones, pero hoy realmente hemos dado un paso claro para permitir el traslado de la nave”, dijo Gabrielli.
Un pequeño submarino robotizado con cámaras de vigilancia estudiará la parte dañada de la nave y creará modelos necesarios en la planificación de la siguiente fase de operaciones, como la instalación de estructuras laterales en la parte dañada del barco.
Una vez que se instalen, el agua se bombeará a los flotadores para sacar a flote el buque. Los organizadores creen que el navío sea retirado para su desmontaje hasta el verano de 2014. “Vamos a tener un montón de cosas en los próximos días para comprender lo que hay que hacer para que esta operación concluya”, dijo Porcellacchia.
Sin embargo, el anuncio de este martes antes del amanecer fue recibido con aplausos de la gente de Giglio, la pequeña isla que se transformó tras el desastre.
“Hemos logrado un gran objetivo. No estamos al final de la operación, pero esto es un logro muy importante”, dijo el alcalde de Giglio, Sergio Ortelli.
Sin rastro de las víctimas desaparecidas
El Costa Concordia encalló en Giglio en enero de 2012, por el que murieron 32 de las 4,200 personas a bordo. Los restos de dos víctimas, Russel Rebello, de la India, y Maria Grazia Trecarichi de Sicilia, no se recuperaron.
Rebello, de 33 años, era un camarero del crucero que fue visto por última vez ayudando a los pasajeros de la nave. Trecarichi estaba en el crucero para celebrar su cumpleaños número 50 con su hija de 17 años, que fue una de las miles de personas que sobrevivieron al naufragio mortal.
Una vez que el barco quedó fuera de la zona rocosa, los operadores enviaron cámaras robóticas para evaluar los daños pero no encontraron rastro de los cuerpos. Pero uno de los hallazgos indica que no hay signos de fugas, dijo Gabrielli a los periodistas, un signo prometedor, ya que el crucero destrozado está lleno de alimentos y productos químicos, incluyendo pintura y lubricantes en mal estado.
La operación de rescate, que hasta ahora ha costado unos 800 millones de dólares, es la mayor tarea de salvamento marítimo nunca vista, según la empresa Costa Crochieres y sus socios, la compañía Titan Salvage, con sede en Florida, y la contratista italiana Micoperi. Los reporteros y turistas llegaron al puerto para ver como comenzaban las labores de rescate.
Fuente: (CNN)