Concluyó la segunda prueba de la temporada de la Fórmula Uno y no me queda más que describir el papel de Checo Pérez y Esteban Gutiérrez como intrascendente.
Empecemos con Checo, en el cual todo el pueblo mexicano tenía puesta la esperanza de tener un contendiente para el título mundial. En las dos carreras que llevamos ha logrado un onceavo lugar y un noveno para lograr una paupérrima cosecha de dos puntos, situándose a 38 del líder del mundial Sebastián Vettel.
A mi el movimiento de Sergio me pareció extraño desde un principio ya que el salto natural de su carrera hubiera sido a Ferrari y no a McLaren porque formó parte de la escuela de pilotos de la escudería italiana. Por otro lado la salida de Hamilton de el equipo que lo formó y en el que estuvo durante la mayoría de su vida fue muy abrupta, creo que él preveía que la escudería inglesa iba a tener un difícil inicio de temporada.
Por otro lado tenemos a Esteban, el piloto regiomontano está en su primer año y la curva de aprendizaje se está notando. Llevamos dos carreras en las cuales aún no ha sumado puntos. Sin duda su error en la calificación fue clave en la primera carrera y éste le privó de lograr un buen lugar en las posiciones finales. En éste segundo gran premio tampoco pudo puntuar, lo que contrastó con su compañero de equipo, Nico Hulkenberg, que logró la octava posición apuntándose cuatro puntos a su haber.
Es positivo y rescatable de “Guti” que ha terminado sus dos primeras carreras y en ambas ha escalado puestos con respecto a su lugar en la calificación. Por el otro lado creo que Checo se encuentra en un equipo de los “grandes” y se recuperarán en el transcurso de la temporada. Esperemos que más adelante las satisfacciones para los aficionados mexicanos crezcan y podamos ver a éstos dos pilotos en las primeras posiciones.