¿Cómo se forman los montículos de Mima? Los científicos que aseguran haber resuelto el misterio de uno de los paisajes más extraños del planeta encontraron una explicación sorprendente.
Estas anomalías geográficas son lomas circulares que cubren grandes extensiones de tierra, y pero hasta ahora era un enigma qué las causaba.
Pueden llegar a medir 2 m de alto y 50 m de diámetro, y se encuentran en todo el mundo, aunque son más comunes en América del Norte, donde aparecen alineados prolijamente en largas filas que cubren kilómetros de terreno.
Las teorías que existen para explicar sus orígenes y su evolución son variadas y hasta excéntricas.
“En los últimos doscientos años, se pensó que podían ser túmulos o tumbas de nativos americanos o que habían sido causados por terremotos o glaciares. Algunas personas incluso sugirieron extraterrestres”, dice Manny Gabet, de la Universidad Estatal de San Jose, Estados Unidos.
Pero ahora, Gabet está seguro de haber encontrado al misterioso “arquitecto” de colinas: un pequeño roedor excavador.
Roedor digital
En su estudio, que será presentado en la reunión de la Unión de Geofísica de Estados Unidos que tiene lugar esta semana en San Francisco, Gabet y su equipo utilizaron un programa computarizado para analizar cómo los roedores mueven la tierra cuando excavan.
Así observaron que en las áreas pantanosas los animales van empujando hacia arriba y gradualmente pequeñas cantidades de tierra para intentar mantener secas sus madrigueras.
A lo largo de cientos de años, varias generaciones de roedores repiten este proceso y estos pequeños montoncitos de tierra crecen hasta convertirse en grandes estructuras de, en promedio, un metro de altura.
“Desarrollé roedores digitales e hice que se comportaran como lo hacen en la vida real, y para mi sorpresa, en este paisaje virtual comenzaron a formarse montículos Mima”, explica Gabet.
“El resultado del modelo computarizado se parece mucho a los montículos reales en todos los aspectos: no sólo por las dimensiones, también por la forma en que están compactados y la cantidad que hay por área”, dice el investigador.
Su modelo, dice Gabet, “replica la situación real casi a la perfección”.
Pero los roedores geómidos, conocidos vulgarmente como ratas de abazones, sólo habitan en América, mientras que los montículos Mima están en todos los continentes, salvo en Antártica.
Gabet cree que otros mamíferos subterráneos, como los topos, pueden ser los responsables de esas otras colinas.
“Los montículos de Mima en Estados Unidos están infestados de estos pequeños roedores”, dice el científico.
“Un buen inicio sería excavar en estos montículos en otros países y ver qué clase de criaturas viven en ellos”.