“Ocho meses es mucho tiempo, pero mi idea es terminar mi carrera aquí”.
Ayer reapareció Iker Casillas en la portería blanca en partido oficial. Esos ochos meses son mucho tiempo para un jugador, para un equipo sin su capitán en el campo, para la afición, pero sobre todo, ocho meses son mucho tiempo para la prensa española.
Ayer Iker habló como capitán pero sobre todo como parte de un equipo. Elogió a Diego López, aceptó que él es quién tiene que superarse, ir a más y hacer cambiar de opinión a Carlo Ancelotti. Asumió los pitos de la afición como algo intrínseco a jugar en el Madrid por 14 años. Se puso del lado del club y la directiva diciendo que han actuado de la mejor manera en tiempos difíciles tanto para el club, como para él. Y por último manifestó que su papel como capitán cambió: “El papel que tenía yo no es el que venía ejerciendo y mis compañeros han estado a la altura para hacer un llamamiento cuando han tenido que hacerlo”.
Con estas palabras, pero sobre todo, con su actuación en el campo debería de terminar el debate sobre su compromiso con el club, sobre su nivel y sobre su actuación como capitán. Se puede estar o no de acuerdo pero no habría que buscarle más.
Incluso en el tema deportivo, mientras la portería del Madrid esté bien cubierta tanto en liga como en Champions League, no debería existir discrepancia alguna. Queda ver como se comporta en adelante la prensa española ante este tema.
El tratamiento dado a este tema por parte de los grandes medios deportivos españoles, prensa escrita, radio y televisión, ha sido muy cuestionable. Desde las redacciones se puso a Diego López bajo el reflector, más de lo debido, aún y cuando su nivel ha sido extraordinario. Se crearon historias de traspasos, se cuestionó la vida personal de Casillas y de manera muy cínica se le puso la etiqueta de Topo, como si fuera la única persona que filtrara información dentro de la institución blanca.
Por el bien del club blanco esperemos que todo el ruido mediático se termine, aunque parece que solo cambiará de objetivo. Los medios al fin y al cabo tienen sus propios objetivos y no tienen nada que ver con la estabilidad del Real Madrid o con informar verazmente a sus lectores.
Fuente: (Ciudad Deportiva)