Concebir un hijo durante esta etapa de la vida lleva hacia un déficit metabólico importante.
Si una mujer se embaraza antes de los 20 años, su cuerpo aún se encuentra en crecimiento, lo cual la hace más vulnerable a desarrollar cambios emocionales como la depresión.
Cuando una adolescente queda embarazada corre el riesgo de desarrollar osteoporosis a temprana edad, debido a un déficit en la fijación de calcio ocasionado por un desplazamiento del crecimiento de la madre hacia el embrión.
Estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) muestran que, en el año 2011, nacieron en el país 2.58 millones de niñas y niños; de ellos, 473 mil tuvieron como madre a una mujer menor de 19 años de edad, es decir, prácticamente uno de cada cinco niños y niñas nacidos en ese año son hijos de madres adolescentes.
De acuerdo con un estudio realizado por investigadores de la Universidad Iberoamericana (UIA) y la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), la probabilidad de que una chica embarazada antes de los 20 años de edad sea propensa a padecer osteoporosis antes de los 50 años es alta, ya que su cuerpo aún no ha completado su crecimiento anatómico, emocional ni cerebral.
Óscar Galicia Castillo, doctor y miembro del Laboratorio de Neurociencias, del Departamento de Psicología de la UIA, afirmó que, al momento de que un óvulo es fecundado, el organismo automáticamente desplaza el crecimiento de la joven madre hacia el embrión, un evento que puede traer consecuencias negativas para la chica embarazada.
Para llegar a esta conclusión, el doctor Galicia y científicos de la UAEM llevaron a cabo una comparación entre un grupo de adolescentes que estaban embarazadas y otro grupo de chicas que no presentaban esta condición. Luego de diversas pruebas se verificó que las adolescentes que esperaban bebé, a diferencia de las otras jóvenes, no tenían una adecuada fijación de calcio.
Asimismo se ha concluido que una adolescente embarazada desarrolla alteraciones a nivel hormonal y un desbalance emocional que puede facilitar algún trastorno depresivo. Esto se debe, afirma el especialista, al estrés generado por un embarazo que, en muchas ocasiones, no ha sido planeado.
“Los niveles de serotonina debidos al estrés disminuyen en las mujeres, y si añadimos un embarazo a temprana edad, una chica en estas condiciones puede padecer efectos adversos sobre su salud mental y facilitar la aparición de conductas depresivas”, explicó el investigador de la UIA.
Galicia advirtió que la edad idónea para la concepción es entre los 20 y 30 años, ya que el cuerpo se encuentra en estado hormonal optimo y la capacidad física está en el mejor nivel; después de esta etapa, comienza un declive en el cuerpo femenino.
Nss Oaxaca, 08 Julio 2013.