Una de las realidades que no podemos escapar en una nueva empresa es tener que despedir a la gente.

En una empresa normal puedes darte el lujo de no tener que tratar con malos empleados. Cuando tienes millones o billones de dólares en ingresos puedes tener unos malos empleados sin sentir su efecto. No estoy diciendo que deberías hacerlo, pero puedes.

Pero para una empresa nueva esto puede ser el equivalente a la muerte.

Sería la muerte de tu empresa porque sólo tres empleados que no desempeñan bien su trabajo en un equipo de 15 puede ser toda la diferencia entre acelerar las ganancias o reducir dramáticamente la productividad de la empresa.

Para estos casos hay que aplicar la mantra “contrata rápido, despide rápido.” A lo que se refiere esto es que algunas empresas analizan de más a sus potenciales empleados antes de contratarlos, por lo tanto consumiendo mucho tiempo con puestos vacíos. La mayoría luego son muy lentos para lidiar con problemas después de contratar.

En más o menos 25% de las juntas, el director de la compañía va a defender sus razones de por qué no puede despedir a un empleado en particular, a pesar de que no esta desempeñando su trabajo correctamente, hasta que se solucionen ciertos problemas de las cuales se debería encargar ese empleado.

Nunca oirás a un director de una empresa decir que esta feliz con su decisión por haber esperado para despedir a un empleado como estos.

Después de despedir a alguien que no desempeña su trabajo, se siente una especie de alivio en la oficina de parte de todos tus empleados. Un equipo de trabajo es como un organismo que detecta las células malas mucho más rápido que los jefes.

Cuando contratas a alguien con alguna falla que no reconociste durante la entrevista, tienes que aceptarlo y actuar rápido.

Hay empresas que tienen una política de contratación donde cada quien tiene que pasar por un periodo temporal de prueba. Esto es contraproducente porque tiene la potencial de ahuyentar a unos posibles empleados excelentes.

En Estados Unidos uno tiene el derecho de despedir a sus empleados cuando quiera si no han firmado un contrato, pero de lo contrario, uno siempre debería checar con un asesor legal antes de despedir a alguien de todos modos.

Por lo tanto, este periodo de prueba ya queda implícito entonces no sirve de nada anunciarlo ya que limita tus opciones de quién contratar.

Entonces si algún día contratas a alguien con algún problema que afecte su desempeño en la oficina, debes remediarlo inmediatamente ya que el problema se volverá más grande con el tiempo y la solución más difícil.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.