Habían pasado apenas seis semanas desde que Melbourne vio a Stanislas Wawrinka derrotar a Rafa Nadal y a Na Li pasar por encima de Dominika Civulkoba en el Australian Open, cuando llegó la fecha que los amantes de la Formula 1 esperábamos con ansia. Esa primera fecha en la que por fin seríamos testigos de las modificaciones en la F1, ver las nuevas narices, los alerones traseros, escuchar los motores turbo y entender las modificaciones al reglamento.
Fueron tres meses que esperamos esta anhelada fecha para que terminara en una de las desilusiones más grandes de este deporte, un fracaso absoluto con el nuevo reglamento, con los silenciosos motores turbo, pero sobre todo y lo más triste, el cero espectácul0 que dieron los equipos en pista. Nadie arriesga, todo el mundo preocupado por llegar a la meta o no romper el motor en lugar de demostrar por qué son la categoría reina del automovilismo.
Es inaceptable ver como Ferrari pasó de noche, de qué te sirve tener a dos de los mejores pilotos en el mundo si tu objetivo es terminar la carrera. Sé que la Ferrari tiene limitantes, tristemente para los aficionados es algo que se ha vuelto normal en el equipo, venir de atrás con ayuda de Fernando, corrigiendo en el camino y quedándose a la orilla del campeonato, pero verlos de esa manera, sin agresividad, sin intentar adelantar realmente es lamentable.
Escuchar de Mercedes, Red Bull, Lotus las frases “Tenemos que salvar el motor”, “Para el auto, se terminó la carrera” es el reflejo del temor que existe por el tema de los motores y su fiabilidad, pues ver fuera a Hamilton y a Vettel en cinco vueltas, es ridículo. Con esto auguro el regreso de los adelantamientos en pits en lugar de hacerlo en pista.
Definitivamente la Formula 1 no merece algo así, llevamos tres años con problemas en la categoría, dos años con el tema de las llantas, ahora con los motores, caja de cambios y el con el combustible, cuándo volveremos a ver aquellas carreras en las que nos emocionaba ver duelos en pista como los de Häkkinen y Schumacher, Prost y Senna.
Lo mejor de Australia definitivamente fue Valteri Bottas, que llevó al límite su auto, fue el único que arriesgó y logró adelantar en pista y sin reparar en combustible.
Esperemos que lo que Australia nos presentó, sea el principio de algo que mute en algo digno de la categoría en las próximas carreras, por lo pronto Ecclestone ya pidió que haya más ruido en los coches. Yo lo que pido es espectáculo, hablar de las rivalidades, de los desarrollos tecnológicos, los adelantamientos y no de si los motores no hacen ruido, que si las llantas se degradan como mantequilla en fin, temas que hoy son el centro de atención en vez de la carrera.