Volando encima de las cabezas de los clientes, el dron encuentra su presa debajo. Este dron no esta buscando características específicas para identificar a la gente, sino más bien busca comportamientos.
En la mesa por la ventana, ambos que están sentados ahí se acaban de acercar más el uno al otro y ahora sus piernas están tocando. El comportamiento se registra, el robot vuela y luego se queda flotando exactamente arriba de esta pareja. El dron tiene muérdago colgando de sus patas, alentando a los dos de darse un beso. La cámara del dron graba el momento y los jefes corporativos son felices.
Esta es la visión del futuro prometido por un nuevo tema de días festivos para comer casual en TGI Friday’s en el Reino Unido. En sólo un minuto, el dron vuela sobre varios clientes del restaurante. Debajo de su cuerpo hay muérdago y una cámara lista para grabar el momento del beso.
El anuncio de Friday’s dice que más de la mitad de los adultos en el Reino Unido nunca se han besado debajo de un muérdago. Con el dron de muérdago, la cadena le declara la guerra a la amargura de las festividades.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.