Mucha gente por alguna razón tiene la idea de que tienen la capacidad de cambiar a sus parejas para que sea la persona ideal para ellas. Estas personas quieren vivir un cuento de hadas y creer que el amor conquista a todo.
La realidad es que para llevarte con alguien a largo plazo, se tienen que hacer unos cambios y ajustes. Por ejemplo, uno de los dos quizá odie a los gatos y el otro muere por tener uno, alguno de los dos tendrá que ceder al deseo del otro.
La gente es capaz de cambiar a través de crecimiento personal y motivación, pero cambiar a alguien más es otro asunto completamente.
Lo que puedes cambiar
Es muy improbable que conozcas a alguien que no tenga algunos hábitos que te puedan molestar que puedes impedir tan pronto se presentan, como dejar sus calzones en el piso. Lo bueno es que esta clase de comportamientos y hábitos se pueden cambiar.
Lo que no puedes cambiar
Los rasgos de personalidad son algo mucho más difícil de cambiar. Cosas como si es irritable, impaciente, no está abierto a nuevas ideas o experiencias o no le gusta socializar. Todas estas son cosas que va a ser mucho más difícil de modificar.
Si estás saliendo en tu primera cita con alguien, date cuenta que el que te lleven a un restaurante feo no es una señal de alerta. Las cosas en las que te deberías de fijar son en que si es grosero con el mesero o si te interrumpe constantemente.
Si estás en una relación donde te gusta mucho tu pareja, pero sientes que necesita un cambio importante, no pases más de tres a seis meses intentando antes de tener una conversación sincera contigo mismo sobre qué es posible y qué no.
Tener un plan de acción, como prometer pasar más tiempo como pareja para la comunicación abierta o el compromiso puede ayudar. Pero ya sea que el cambio suceda o no depende de las ganas que tenga tu pareja de hacer que suceda. Si tu pareja no está dispuesta a cambiar sus malos hábitos sería mejor buscarte a alguien como quieres en vez de cambiar a la persona con la que estás.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.