Después de publicar un estudio demostrando que la leche orgánica tenía mayores niveles de omega-3 que otros productos de granja ordinarios, el profesor Chris Seal se preparó para las discusiones que suelen ir acompañados con cualquier estudio apoyando el consumo de los productos orgánicos.
El hecho de que el estudio fue financiado por una caridad que apoya la cultivación orgánica no ha ayudado. Seal dice que el dinero se usó para los estudios únicamente y que la caridad no aporto en nada de la investigación.
El estudio, que es una meta-analísis de 196 estudios sobre leche, descubrió que las vacas que se alimentan de pasto orgánico produjeron 50% más omega-3 que las vacas de granjas ordinarias no-orgánicas. Estos ácidos grasos (omega-3) están vinculados con una reducción de enfermedades de corazón.
Aunque 50% suena como mucho, la leche entera sólo tiene 4% de grasa, por lo tanto aún así es una muy pequeña cantidad de omega-3. Pero el estudio argumenta que si le sumas al queso o la mantequilla orgánicas, esto incrementaría.
Otros señalan que conseguirías un mayor beneficio nutrimental comprando fruta y verduras en lugar de consumir todos los lácteos orgánicos que encuentres.
La solución:
No existen evidencias de que comer alimentos orgánicos tenga una gran diferencia en tu bienestar. En el estudio no se encontró un lazo entre comer orgánico y un mejor bienestar.
Para poder crear este vinculo, debería llevarse a cabo un estudio con dos grupos de personas divididas de manera al azar en dos grupos, uno comiendo alimentos orgánicos y otro donde consuman alimento no-orgánicos. Pero tendrían que comer lo mismo por meses, incluso después sólo se podrían medir los cosas como los niveles de colesterol o el peso corporal.
En realidad, mucha gente que consume comida orgánica dice que lo hace porque contiene menos pesticidas, antibióticos y aditivos. También creen que la producción orgánica es más amigable con los animales y el suelo.
En conclusión, el estudio nos muestra que casi no existe diferencia entre comer orgánico y otros alimentos.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.