Con el aumento de los ingresos, la transición de los despreocupados 20 hacia la estabilidad de los 30 años, lleva a muchos a cometer graves errores que afectan el bolsillo.
Se supone que a partir de los 30 años es el momento de tener una visión a más largo plazo en las finanzas y estilo de vida. Sin embargo la prisa por obtener algunas cosas rápidamente, el acceso a los créditos y los costosos compromisos sociales llevan a muchos a perder el foco financiero.
Aquí los errores que no debes cometer al cumplir los 30 años:
1. El uso de los ahorros imprudentemente
En primer lugar, si ahorras vas por buen camino. Y si lo haces, debes saber que los ahorros deben tener inicialmente un propósito y no se debe “ahorrar por ahorrar”, porque entonces se tiende a utilizar este dinero en cosas que no suelen ser grandes proyectos. Tal como comprarse el vestido que siempre quisiste, o hacer un viaje en algún día de descanso. Dale un propósito a tus ahorros y recuerda que éstos son más eficientes si lo utilizas para educación, vivienda, un auto o una emergencia. Quizá sea el momento de considerar cuentas separadas para diferentes propósitos.
2. No existe el mañana
Mantén un presupuesto para el corto plazo. Basta ya de vivir como si no hubiera mañana, pues generalmente sí lo hay y con ellos facturas del ayer. Por ejemplo: Si eres dueño de un automóvil, prepárate para cuando necesite un cambio en las llantas o para las revisiones de kilometraje, que casi siempre exceden el presupuesto regular que se tiene para vivir.
Además recuerda que no vivirás para siempre con 30 años y debes empezar a pensar en los activos que quieres adquirir para vivir bien tu cuarta década. Ahorra para grandes propósitos.
3. ¿Jubilación? ¿Qué es eso?
En principio, muchos de los jóvenes de 30 años no entienden cómo funcionan las pensiones. Saben que existe un descuento o pago mensual por este asunto dentro de su nómina, pero no se preocupan por esto. Es importante que te informes sobre esto y que constantemente revises tu progreso para asegurarte de que estás creciendo a un buen ritmo. Siéntate con un asesor para ver si tu dinero se invierte en el fondo correcto, de acuerdo al nivel apropiado para tus objetivos y edad de riesgo.
4. Muchas deudas
Si bien los 30 años son la edad perfecta para obtener un lugar privilegiado en la vida crediticia, y los bancos generalmente brindan todo tipo de posibilidades, pues se supone los treintañeros tienen una capacidad de gasto importante, y sus aspiraciones los lleva a ser el cliente perfecto, lo cierto es que siempre se debe considerar cuál es tu capacidad real para adquirir una deuda, porque los sueños a veces suelen ser más grandes que el bolsillo y corres el riesgo de sobre endeudarte, algo que a los 30 años es prematuro.
También ocurre que los jóvenes de esta edad comienzan a tomar créditos pequeños, sobre todo con las tarjetas de crédito, por estar en ‘onda’ y no visualizan que grano a grano se puede crear un costal, haciendo de muchas pequeñas deudas, una bastante grande.
5. Inseguro
Recuerda que no eres invencible, y que con el tiempo serás más vulnerable. Un buen seguro puede ser tan importante como un buen plan de ahorro o de jubilación. ¿Tienes un seguro de vida adecuado? ¿Tienes seguro para cubrir tu casa o pertenencias? ¿Tienes seguro contra desempleo? ¿o seguros funerarios para ti y tu familia? Compra un seguro, no seas renuente a la idea de que puedes pasar por un desastre o una emergencia, así que ve y ajusta una póliza a tu conveniencia, además hoy en día el mercado ofrece múltiples opciones, como los micro seguros, que ofrecen una cobertura digna y son mucho más económicos.
Aunque existen muchos más errores que se comenten a esta edad, estos son los más graves, pues aunque se digan que los 30 años son los nuevos 20 años, recuerda que igual vas rumbo a los 40, y éstos financieramente necesitan un bolsillo sólido para vivir tranquilo, como si tuvieras 18 años.