El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, estimó hoy que los datos de la evolución económica española de los últimos meses permiten “confirmar que la peor fase de esta segunda recesión ha quedado atrás”.
Al comparecer ante la Comisión de Economía y Competitividad del Congreso de los Diputados, precisó que “los últimos datos apuntan a una moderación en la contracción del Producto Interno Bruto (PIB) que, a finales de año, incluso a partir del tercer trimestre, podría dar paso a tasas positivas de crecimiento”.
En la presentación del Informe Anual del Banco de España 2012, recalcó que España ha avanzado de forma significativa en la corrección de los desequilibrios que afectan a su capacidad de crecimiento y está “en la senda adecuada para recuperar actividad y crear empleo sobre bases sólidas”.
“Para conseguirlo, sin embargo, será fundamental no abandonar la política de reformas orientada a aumentar la flexibilidad de nuestra economía y ganar competitividad”, manifestó.
Sobre la evolución económica en 2012, Linde expuso que mantuvo el mismo tono contractivo de 2011, el PIB retrocedió un 1.4 por ciento en el ejercicio, muy por encima de la caída registrada en el conjunto del área del euro, que se cifró en un 0.5 por ciento.
“Esta segunda recesión, menos intensa en términos de la caída del producto, pero más persistente que la de los años 2008-2009, ha tenido consecuencias especialmente graves en el empleo, que en 2012 se contrajo por quinto año consecutivo”, señaló.
Explicó que el descenso de la renta de los hogares, provocado por la fuerte caída en el empleo, junto con su elevado nivel de endeudamiento, ejerce incertidumbre, un efecto contractivo en su capacidad de gasto.
“Las empresas, muchas de las cuales también están inmersas en procesos de desendeudamiento y saneamiento financiero, redujeron, un año más, sus inversiones, al tiempo que prosiguió el ajuste en el sector de la construcción”, aseveró.
Dijo que las Administraciones Públicas se cocentraron a reducir el gasto para bajar el nivel de déficit “tras la grave desviación presupuestaria con que se cerró 2011”.
Aseguró que todo ello influyó para “determinar una fuerte caída de la demanda nacional, solo parcialmente compensada por la contribución positiva del sector exterior”.
“Las importaciones retrocedieron con fuerza, reflejando la propia debilidad de la demanda final, mientras que las exportaciones volvieron a mostrar un tono expansivo, a pesar del mal comportamiento de los mercados del área del euro”, agregó.
Madrid, 20 Jun (Notimex).