Una artista de 78 años, Deng Daohang, usa viejas herramientas para darle nueva vida a la madera. Con un simple hacha, un cuchillo para tallar y una regla, transforma madera en encantadores personajes ficticios, cada uno pareciendo que respira con un misticismo sutil.
Con su trabajo preciso, Daohang le da honor al material por su estructura autentica, dejando parches visibles de su exterior crudo como restos de elementos de la escultura.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.