¿Por qué los emprendedores cometen los mismos errores una y otra vez?

La mayoría de los errores que se cometen en empresas son por causa de no escuchar o poner atención. Los líderes de empresas constantemente reciben señales de diferentes fuentes, tanto como por el mercado, sus empleados, la junta directiva y consejeros. Cómo responden a la información que le brindan estas fuentes determinará los prospectos del futuro.

Grandes emprendedores desarrollan una convicción profunda sobre su visión y creen que hay poco que se pueda aplicar del pasado, particularmente si están haciendo algo perjudicial. Como resultado bloquean cualquier punto de vista contraria, aquí es donde empiezan los problemas.

El dilema del emprendedor: para evitar el fracaso, hay que aprender de los errores que cometieron otros en el pasado y hay que tomar buenos consejos cuando se nos dan. Todo esto va en contra de la idea del emprendedor de que lo que esta emprendiendo es verdaderamente único. Entonces, como emprendedor, estas destinado a vivir o morir con tu visión u obligarte a modificarlo a base de la información que recibes.

Reconocer los patrones es clave. Identificar un error antes de que se vuelva una pérdida total es crítico.

No entiendes: la noción de entender esta exclusivamente reservado para aquellos con una visión compatible. Rodeate únicamente de gente que entiende tu visión y estarás destinado a fracasar. Los únicos que tienen que entender son los que comprarán tu producto.

Reglas viejas no aplican: esta idea se perfeccionó durante el debacle del punto-com. Cuando retan a alguien con explicar como MiSuperIdeaGenial.com generará dinero la respuesta es “¿generar dinero? Eso es con la vieja economía, todo ha cambiado desde entonces.” De hecho, todo si cambió excepto la idea de ganar dinero. Es el cómo ganar dinero que cambió. Las innovaciones rompen con las reglas, pero las reglas de negocios suelen permanecer intactas.

El comercio en línea fue una gran innovación, pero sigue siendo un negocio de pequeño margen y gran volumen.

Negación:  la negación es una característica profundamente arraigada al ser humano, así que este instinto es muy difícil de contrarrestar. Con los emprendedores sirve como una especie de campo de fuerza, la gente suele pensar que las cosas malas sólo le pasan a los demás. Pero nadie es inmune. Esta noción de negación suele desaparecer la primera vez que hay que hacer recortes en una empresa. Esta tarea suele ser una señal de que las cosas no estaban en el camino correcto.

Hasta frente a la junta directiva, emprendedores primerizos postergarán las decisiones difíciles en un vano intento de que se resuelvan solos los asuntos pendientes. Esto podría ser el inicio del fin de tu empresa.

Salvavidas: sin importar tu edad, siempre habrá alguien con experiencia que ha pasado por el fracaso. Necesitas encontrar un mentor, alguien en quién puedas confiar en que te dirá siempre la verdad para evitar que te caigas del precipicio. Luego tienes que obligarte a hacer caso sin importar lo que te digan tus instintos.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.