La gente descubre todo tipo de maneras ingeniosas de continuar los legados de sus parientes recientemente difuntos. Algunos abren fundaciones de caridad, otros se aferran a fotos o viejas pertenencias del difunto. Pero mientras Katia Apalategui estaba en luto por la muerte de su padre hace siete años, se inspiró para capturar su esencia en un perfume. Se alió con un equipo de investigación de la Universidad de Havre, quienes han estado trabajando en destilar la esencia humana.
Aunque nadie ha revelado exactamente cómo funciona la técnica, uno de los investigadores dice que lo único que necesitan es una prenda de la persona de donde extraen cientos de moléculas distintivas que conforman la esencia particular. Pero tiene sentido pensar que usan uno de los procesos clásicos de destilación para perfumes, el cual requiere pasar vapor a través de un objeto a altas temperaturas y capturando lo que queda al final.
La meta de Apalategui podría parecer un poco morboso, pero varios estudios han mostrado que nuestro sentido del olfato esta relacionado fuertemente con la memoria.
Podrían haber otras aplicaciones para este tipo de producto como ayudar a padres congeniar con sus hijos recién nacidos o para parejas. Pero por ahora, Apalategui esta más enfocada en capturar las esencias de la gente difunta en lugar de los vivos.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.