De todas las tareas en la cocina, exprimir limones queda más o menos en el mismo rango que picar ajo o cebolla.

Esto en gran parte es debido a que las semillas del limón siempre de alguna manera encuentran su camino en lo que sea que le estás agregando el limón.

Aquí te explicamos cómo exprimir un limón de la forma correcta para que no sean un problema las semillas:

Lava el limón

Suena innecesario, pero sólo dale una buena enjuagada, esto tendrá sentido pronto.

Corta el limón

Simplemente corta el limón por la mitad con un cuchillo filoso, no tiene gran ciencia.

Saca las semillas expuestas

Puedes hacer esto con las uñas, pero la punta del cuchillo es mejor opción para esta tarea. Si alcanzas a ver más semillas más adentro, sácalas también si gustas.

Apunta el limón con la cáscara mirando hacia abajo

Esto es lo más importante. Toda la vida hemos exprimido el limón con la parte cortada hacia abajo, pero hazlo al revés. Al hacer esto evitarás que salgan volando las semillas directamente a donde estás apuntando el limón.

Exprime gentilmente el limón

Aplica suficiente presión como para que el jugo empiece a salir de la pulpa y escurrir por los lados del limón, eventualmente caerá sobre donde quieres echarlo. (por esta razón lavas el limón primero)

Conforme las semillas salen a la superficie, quítalas de la manera que prefieras.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.