Con ayuda de tu congelador puedes disfrutar de las frutas y verduras que más te gustan aunque estén fuera de temporada. O quizá no has aprendido a medir bien lo que compras y siempre te sobra mucho y quieres conservar tu comida por más tiempo. Pues aquí te damos unos consejos y reglas que necesitas saber primero:
Las reglas del congelador
- Busca lo maduro: la calidad de tus frutas y verduras disminuirá con el tiempo, incluso congelado, así que elige cosas sin manchas y en su punto más maduro.
- Empácalo: las bolsas resellables para congelador son la mejor opción aquí. Si tu única opción es papel plástico para envolver, usa el doble de capas para tener más protección.
- Sella al vacío: el oxígeno es el enemigo. Considera un sellador al vacío que saca todo el aire de las bolsas donde guardas la comida, extendiendo su duración por hasta un año o más.
- Márcalo: poner fecha en la comida que guardas te ayudará a reconocer cuánto tiempo llevas conservándolo.
Elige tu proceso
Algunas frutas y verduras están hechas para el congelador, otros necesitan un poco de preparación primero.
Empácalos como son
- Moras: quítales el tallo y congela enteros.
- Chile: ideal para congelar tal y como es.
- Cerezas: algunas personas prefieres sacarles las semillas antes de congelar, pero es mejor hacerlo después. Cuando se descongelan, es más fácil sacarles el hueso.
- Elote: no hay problema guardarlo entero o los puros granos con tal de que te lo comas dentro de dos meses.
- Higo: congela entero.
- Jitomate: congela entero, la piel se pela fácilmente después de descongelar.
Prepáralo primero
- Pimiento: corta finamente o pica antes de congelar.
- Pepino: corta finamente o pica. La textura cambia una vez congelado, pero el sabor no, así que es ideal para bebidas.
- Hierbas: córtalas y divídelas en charolas de hielo. Llena cada cubo con aceite de oliva para que llene el espacio y no permita entrar aire, luego congela. Una vez congelados pasalas a una bolsa.
- Melón: córtalos en cubos o rebanadas, quitando la cáscara y luego congelas todo sobre una charola de horno.
- Plátano: pélalo y luego congela entero o rebanado.
Cocina primero
Las enzimas en algunas frutas o verduras continuarán descomponiéndose incluso congelados, pero el calor puede detener este proceso.
- Berenjena: estas pueden ser rebanadas o picadas, luego rostizadas antes de congelar. También lo puedes hacer pure después de cocinar para congelarlo.
- Ejotes: prepáralo de la manera que más te guste y congélalo rebanado o entero.
- Calabaza: corta en rebanadas y cose por tres minutos. Para cosas horneadas, puedes rayarlo y calentarlo al vapor por dos minutos. Drena y congela.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.