Así que intentas bajar unos kilos comiendo menos, hiendo al gimnasio y sintiéndote fuerte e inspirado. Sin embargo, por alguna razón la báscula apenas muestra una mínima diferencia. ¿De qué se trata? Quizá estés haciendo algo mal. Si alguna de estas creencias te suena familiar, descartalo por completo:
La grasa engorda
La grasa no engorda de entrada. De hecho, alimentos con grasas monosaturadas saludables como aguacates, nueces, salmon y aceite de oliva, deberían ser parte de tu plan alimenticio diario. La grasa es buena para el corazón, te mantiene lleno y controla los antojos. También es necesaria la grasa para absorber ciertas vitaminas.
Todas las calorías son iguales
Suena lógico, restas una cierta cantidad de calorías con dieta y ejercicio y listo, bajarás de peso. Pero no tan rápido, las calorías que entran y las que salen son parte de esta ecuación, pero también se trata de qué alimentos y nutrientes provienen las calorías. Las calorías de frutas y granos naturales sin procesar y carne te dejarán con una mejor sensación de satisfacción que las de productos empaquetados y procesados.
Un día de trampa esta bien
De repente no seguir la dieta en alguna ocasión es razonable, pero tener un tiempo definido y programado para no respetar la dieta una vez a la semana o por mes puede meterte en una mentalidad donde comer saludable es algo temporal y negativo del cual debes descansar de vez en cuando. Para bajar de peso y mantener lejos esos kilos debes alterar tu estilo de vida permanentemente al darle prioridad al alimento saludable todos los días sin preocuparte si de vez en cuando te premias con algo rico pero no tan saludable.
Mientras menos comes, más rápido bajas de peso
De hecho, mientras menos comas más lento será tu metabolismo, es la manera que tu cuerpo ahorra energía y esto significa que después de perder un poco de peso de agua inicialmente, la báscula no se moverá mucho. Eso no es todo, luego unos antojos difíciles de controlar tomarán lugar, potencialmente resultando con que termines comiendo mucho de más. Bajar de peso no debería tratarse de matarte de hambre sino que intercambiando malas opciones de alimento por unas mejores y más saludables.
Si ya hiciste trampa un día, pues ya no importa el resto del día
Esta clase de mentalidad convierte bajar de peso en una batalla épica entre ti y la cocina. En lugar de sentirte derrotado por romper la dieta, simplemente regresa a la dieta, todo el daño que te hagas es acumulativo.
Puedes comer tanto como quieras con tal de que sea saludable
Grandes porciones de cualquier tipo de comida, ya sea una ensalada o una pizza, hace que tu estómago se expanda para que le quepa más comida y te tomará más tiempo sentirte satisfecho. Además, algunos alimentos supuestamente saludables tienen tan poca grasa, azúcar y carbohidratos que no te dan satisfacción, déjandote con más y más antojo además de hacerte sentir cansado e hinchado.
Si no tienes hambre durante el desayuno, mejor ahorrate las calorías para la comida
Seguro siempre has oído que el desayuno es el almuerzo más importante del día, pero si intentas bajar de peso, es aún más importante. Si no tienes hambre en las mañanas es porque comiste de más en la noche anterior. Es inteligente comer más calorías temprano en el día para que tu cuerpo pueda quemar mejor las calorías a lo largo del día.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.