En tu niñez o tu adolescencia, era común hacerse bromas entre amigos. En algunos eran inocentes bromas, en otros grupos de amigos, las bromas eran más pesadas. Si tu grupo de amigos era de los más pesaditos, entonces puede ser que te hayas divertido mucho o entiendes lo que es odiar y querer a alguien al mismo tiempo.
Para las bromas pesadas, uno no se ríe cuando le toca ser víctima, al menos no hasta que pase suficiente tiempo para que la humillación y el resentimiento se hayan disipado.
Pero ahora que somos más grandes y podremos sentir que es un poco inmaduro hacer esta clase de bromas, no significa que nos dejen de hacer reír. Para eso es el internet ahora, para ver a gente sufrir y reirte de su miseria.
Si esta broma del shampoo te lo llegaron a hacer o te recuerda a esos tiempos donde tú y tus amigos se molestaban mucho para divertirse, podrás apreciar la gracia detrás de esto:
Publicado por Othón Vélez O’Brien.