Creciendo, muchos tenemos recuerdos de esos pequeños coches de juguete en los que te metías y pedaleabas o simplemente usabas los pies para moverlo. ¿Quién puede olvidar ese coche rojo con el techo amarillo?
Pues, aquí existe una versión para adultos. Pero no sólo es más grande, es un coche que sirve y está permitido circular por las calles.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.