Cuando piensas en Central Park, en Nueva York, lo primero que te vendrá a la mente son las grandes multitudes de gente que sale a disfrutar del sol y la naturaleza. Pero Michael Massaia visita el parque con su cámara cuando el insomnio no le deja quedarse en cama y los resultados son algo escalofriante ya que el parque se ve completamente distinto sin un solo alma.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.