Hay padres que libran constantemente una batalla con sus hijos: es la hora de la comida. Que si esto no me gusta, que si esto no quiero, que si esto me da asco. Entonces es cuando empiezan los trucos y los inventos para ver quién es más listo de los dos y si el niño se come lo que hay.
Este padre probó suerte con el sushi y, teniendo en cuenta que no es uno de los platos necesarios en la alimentación de los más pequeños, instó a su hijo a que lo probara.
Pero sin hacer caras ni ruidos extraños y, en caso de que se lo comiera, le daría 10 dólares. Al final, esto es lo que ocurre.
Vía: Cribeo