Dom tiene seis años y le gusta dibujar. Incluso hasta tiene su propia cuenta de Instagram donde pone todas sus fotos favoritas. Pero ahí no se acaba la historia, porque una vez termina con sus pequeñas obras de arte, su papá luego los recrea como si fueran reales con una dosis de magia digital y un poco de buen humor.
Desde leones, lemurs y cebras hasta barcos, bicicletas y dinosaurios, Dom y su papá han creado un adorable universo alterno con la clase de cosas que sólo verías en sueños.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.