Si te divierten los experimentos peligrosos, te va a encantar este que requiere de un trompo de metal pesado girando a alrededor de 4,500 revoluciones por minutos.
¿Recuerdas los trompos con los que jugabas en la escuela de pequeño? Esto es lo mismo, pero en una versión realmente extrema que por nada en el mundo deberías de probar en casa.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.