Los trabajadores venezolanos ven cómo sus salarios se diluyen ante los efectos de la inflación, jamás vista en Venezuela, la cual al concluir este año podría ubicarse en 32 por ciento, estimó hoy el economista, José Guerra.
“Los trabajadores sin haber cobrado aún la primera quincena con el aumento salarial del 20 por ciento decretado por el gobierno, ya perdieron el 21 por ciento del poder adquisitivo de su salario”, planteó el ex directivo del Banco Central de Venezuela (BCV).
En entrevista con Notimex, Guerra, director de la Escuela de Economía de la pública Universidad Central de Venezuela (UCV), destacó que las personas que dependen de un salario están sufriendo los rigores de la inflación por el incremento en los precios de los productos básicos.
“Sin embargo, los pobres son los que más sufren la inflación porque ese estrato de la población dedica casi el 50 por ciento de sus ingresos a la compra de alimentos, los cuales en un año registraron un aumento de 37 por ciento”, precisó.
El analista estimó que la inflación este año podría estar entre 30 y 32 por ciento, porque “todavía no se han materializado los aumentos salariales, no se han ajustado los precios, y el efecto de la nueva ley del trabajo no se ha sentido en la economía”.
Guerra consideró que la escasez, que se sitúa en 21.3 por ciento, es demasiado alta, ya que lo normal es que fuera de 1.0 por ciento o 2.0 por ciento, “pero la nuestra es demasiado elevada, por eso muchos productos no se encuentran en los mercados”.
“Aquí estamos hablando de la destrucción de las capacidades productivas del país, antes exportábamos arroz, maíz, azúcar y café y ahora los importamos, igual ocurre con otros productos que producíamos en Venezuela y que hoy traemos del exterior”, dijo.
Advirtió que el Banco Central de Venezuela carece de divisas suficientes para atender la demanda, ya que los dólares líquidos del instituto emisor de divisas llegan a unos dos mil 500 millones, y eso apenas alcanza para 15 días de importaciones.
Guerra sostuvo que esa situación se agravó porque hubo dos devaluaciones este año, en la primera el dólar pasó de 4.30 bolívares a 6.30 por dólar y la otra fue el Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad), que murió al nacer.
Denunció que el vertiginoso ascenso de los precios refleja el desajuste entre el aumento de la demanda, impulsada por el gasto del gobierno y una oferta incapaz de aumentar al mismo ritmo, por controles, déficit de inversión y trabas para importar.
Caracas, 18 May (Notimex)