El deseo y la salud sexual no sólo se arruinan por falta de comunicación o por prácticas inoportunas en la cama, además existen diversos hábitos cotidianos que pueden arruinar una vida sexual plena y totalmente satisfactoria.
Si bien durante la relación sexual es idoneoexpresar fantasías y comunicar a tu pareja cuáles son las zonas erógenas en tu cuerpo, según Carmen López Sosa, profesora de Sexología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca, también existen hábitos que influyen en el desempeño sexual.
Conócelos:
1. Llorar
Un estudio del Instituto de Ciencia Weizmann en Israel, descubrió que los hombres al percibir aromáticamente las lágrimas de su pareja, reducían de inmediato su deseo sexual. Lo anterior, en consecuencia de la reducción de la testosterona en regiones del cerebro relacionadas con el sexo.
2. Andar en bicicleta
La culpa es de los asientos de las bicicletas, puesto que al momento de sentarse, el peso del cuerpo sobre el área del perineo puede llegar a comprimir los nervios y vasos sanguíneos que son vitales para un buen funcionamiento de los órganos sexuales, según concluyó una investigación realizada por la Universidad de Yale en Estados Unidos.
3. Beber café
Según una publicación realizada por el diario estadounidense Huffington Post, el consumo desmedido de café puede dañar las glándulas adrenales, responsables de producir algunas hormonas de estrés. Esto significaría que, con el tiempo, al disminuir el funcionamiento de estas células, otras hormonas del cuerpo también podrían funcionar deficientemente -entre ellas, las sexuales.
4. Tomar bebidas
Mientras más azucaradas, peor. Un estudio llevado a cabo por el Instituto Nacional de la Salud, señaló que beber mucha bebida provoca depresión en las personas. Lo anterior, vincula a la falta de motivación con la disminución del deseo sexual.
5. Uso excesivo de tecnología
Cuando ya no te puedes ir a la cama sin teclear el celular estás en un grave problema que puede poner en jaque tu relación. Al estar pendiente de las redes sociales, perderás la capacidad de prestar atención a quien duerme a tu lado, lo que te hará ignorar el deseo sexual tuyo o de tu acompañante.