La Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos acaba de proponer retirar de los alimentos las grasas saturadas artificiales, que son la principal causa de las enfermedades cardíacas en ese país.

La responsable de la FDA, Margaret A. Hamburg, aseguró que esta medida podría prevenir aproximadamente 20.000 ataques de corazón y 7.000 muertes por enfermedades cardíacas al año en Estados Unidos.

La FDA lanzó una resolución preliminar para que los aceites parcialmente hidrogenados, fuente principal de grasas saturadas artificiales, dejen de ser “generalmente considerados seguros” para su uso en alimentos y abrió un plazo de 60 días para comentar la propuesta y reunir información adicional. De hacerse efectiva, los aceites parcialmente hidrogenados se considerarían “aditivos alimentarios” y no podrían utilizarse en los alimentos a menos que la normativa así lo autorizara.

El consumo de grasas saturadas, que se encuentran en ciertos postres, palomitas de maíz para microondas, pizzas congeladas o margarinas, eleva la concentración de lipoproteínas de baja intensidad (colesterol malo), lo cual aumenta el riesgo de padecer cardiopatías.

Grasas naturales

Las grasas saturadas de origen natural que se encuentran en pequeñas cantidades en ciertos productos cárnicos y lácteos quedarían al margen de esta nueva regulación, explicó la FDA, que añadió que daría «el tiempo suficiente» a los productores para que modificaran sus productos.

En los últimos años, ciertos comerciantes y productores de alimentos estadounidenses han reducido voluntariamente los niveles de grasas saturadas de los productos que venden.

“Aunque el consumo de grasas trans artificiales potencialmente perjudiciales ha disminuido en las dos últimas décadas en los Estados Unidos, la ingesta actual sigue siendo un problema importante de salud pública”, comentó la responsable de la FDA.