Especialistas y organizaciones civiles pidieron al Sector Salud explicar quién y por qué se autorizó el uso de dos medicamentos biotecnológicos (Rituximab y Etanercept) que, a su decir, son “copias” y, según ellos, pueden causar daños irreversibles para la salud humana.
En el marco del Foro por la Seguridad y Eficacia de los Medicamentos Biotecnológicos. Una Demanda de los Pacientes en México, señalaron que esos productos podrían ser el origen de hepatitis o infecciones entre quienes los usan.
Gilberto Castañeda, investigador del Departamento de Farmacología del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav), alertó que esos medicamentos se hacen a partir de células vivas y muchas veces bacterias que pudieran estar contaminadas.
Por ello, consideró necesario un estricto control, pues en Europa hubo casos de un tipo raro de anemia que pasó de cinco a 70 casos, lo que los obligó a ser extremadamente cuidadosos con esos medicamentos.
Explicó que los biotecnológicos ayudan de manera eficiente en el tratamiento de algunos tipos de cánceres, leucemia, artritis reumatoide, soriasis y enfermedades inflamatorias.
Sin embargo, hay que tener cuidado y cerciorarse de que se trata de productos innovadores o en el futuro biocomparables que cumplan con los estudios clínicos necesarios para autorizar su uso.
“Están surgiendo apenas los biocomparables y lo que pasa es que ya surgieron copias, están en el limbo, no son biocomparables porque no cumplen con el reglamento de biocomparables”, planteó.
Explicó que el objetivo es que todo lo que se venda en México, que sea innovador (biotecnológico), cumpla con los requisitos de la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Detalló que los productos que ellos llaman “copia” se están utilizando en pacientes con leucemia, artritis y soriasis sin que se conozcan los estudios y evidencias presentadas ante la Cofepris.
Gilberto Castañeda agregó que otro factor que preocupa es que las “copias” no son más económicas que los biotecnológios innovadores, cuyo precio en promedio es de cinco mil pesos por dosis, por lo cual no se entiende su presencia en instituciones públicas.
Por su parte, Lucero Ramírez, de la Asociación Mexicana de Pacientes y Familiares con Artritis Reumatoide, relató que el uso de un medicamento biotecnológico le provocó hepatitis, por lo que exigió a las autoridades sanitarias un mayor control de esos productos.
Otros pacientes denunciaron que en el sector público se les cambia sin previo aviso el medicamento y al tratarse de productos de distinto laboratorio existe el riesgo de no tengan el mismo efecto o que alguno de los componentes esté contaminado.
México, 11 Jul. (Notimex).