¿Pueden creerlo? el rock and roll cumple 60, si, sesenta años este 2014. pero yo no se los veo por ningún lado. para mí, el rock and roll es un eterno adolescente romántico de 13 y 15 igual que Paul Anka o Neil Sedaka; un rebelde indomable de 19 como Jerry Lee Lewis; un encantador y sexy caballero sureño como Elvis, o máquinas del ritmo de 22 años como Carl Perkins y Little Richard… no, el rock and roll cuando mucho llega a los 28 años de Chuck Berry o los 29 de Bill Haley, no más.
Pero si de festejar se trata, entonces hay que empezar por recorrer la verdadera historia del Rock and Roll, ir a sus raíces, viajar en el tiempo y encontrar el momento exacto en el que nace este ritmo que constituyó el movimiento musical juvenil más importante del siglo pasado. Para ello los invito a seguir esta columna cada miércoles – a partir del 1º de enero de 2014- en la que desmenuzaré la historia de los grandes ídolos del rock and roll que han estado presentes en el universo musical del mundo, así que echaremos mano de las herramientas del momento que nos trasladarán a una tarde de sábado en el verano de 1953. El punto geográfico es el 706 de la avenida Union en el centro de Memphis, Tennessee. La voz que escucharán es la de un joven de 18 años recién graduado de la preparatoria Humes. Frente al flamante local con letrero de neón que dice “Memphis Recording Service” el joven estaciona la pick up de la “Crown Electric Company” en la que trabaja entregando mercancía , saca su guitarra y entra al local donde la secretaria Marion Keisker le informa que grabar el disco que desea le costará 3 dólares con 95 centavos. Ella misma lo pasa al estudio indicándole dónde pararse y empieza a grabar directo a un acetato de 10 pulgadas. Para cuando el joven ya empezó su segundo tema, Marion Keisker siente la necesidad de echar a andar también la grabadora Ampex 350 c de carrete abierto para conservar un testimonio que rotula con la frase “Buen baladista, pendiente”. Al concluir pide al joven su nombre: Elvis A. Presley, su dirección: 462 Alabama Street y su teléfono: no tiene, pero deja el de un vecino. El joven paga, recoge su acetato con los temas “My Happiness”/ “That´s When Your Heartaches Begin” y se retira rumbo a la casa de un amigo para escuchar su disco porque él no tenía tocadiscos. Dicha joya histórica estuvo perdida hasta 1988… escúchenla aquí ahora, hasta la próxima. MY HAPPINESS, ELVIS ARON PRESLEY, 1953.
GEORGINA R. TREJO