Sandi Ford es una fotógrafa estadounidense que, de tanto fotografiar bebés, comenzó a reconocer las pequeñas señales que dan antes de sonreír.
“He encontrado que algunos bebés son más sonrientes que otros y algunas veces, hacerles un poco de consquillas en los labios o la nariz puede sacarles una gran sonrisa hermosa”, dice la fotógrafa.
“Una vez leí que hay dos tipos de personas en este mundo: los que ven la sonrisa de un recién nacido como algo especial, y aquellos que simplemente no. Yo lo veo como un raro placer que tengo la suerte de capturar.” concluye.