* El maestro asistió al Museo Nacional de Antropología
Por Juan Carlos Castellanos.
México, 11 Abr. (Notimex).- Serena, amable y segura de sus palabras María Eugenia Zavala, doctora en Demografía por La Sorbona de París, aseguró que a su padre, el historiador y jurista Silvio Zavala, “le da mucha risa pensar que tiene 104 años de edad”.
Al hablar anoche en el marco del homenaje que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) rindió a su padre, María Eugenia Zavala dijo risueña que el maestro considera que 104 “son una barbaridad de años” y que no sabe cómo llegó a ello, mientras tanto el papá de la doctora la observaba sonriente desde su silla de ruedas colocada al frente del auditorio del Museo Nacional de Antropología (MNA).
Ella aprovechó para solicitar a los asistentes al homenaje, entre quienes se encontraban Sergio Raúl Arroyo, director general del INAH, y Antonio Saborit, director del MNA, para manifestar que a los lugares a donde ella llega, dentro y fuera del país, le solicitan la reedición de los textos y libros emblemáticos que su padre ha escrito desde hace ya 80 años.
María Eugenia dijo a Notimex que para ella es una gran satisfacción saber que el trabajo de su padre acumulado en ocho décadas de producción historiográfica, contenidas en más de 10 mil 400 documentos que van de 1927 a 2007, está bajo resguardo de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia.
Más aún saber que el acervo está al alcance de estudiantes, maestros, investigadores y público en general interesado en esos nueve mil 228 documentos que el jurista e historiador donó al INAH en 1995 y los mil 200 que entregó en 2011.
“Si mi padre vino esta noche es porque él pidió venir. No se quiso quedar en casa donde vive rodeado de cariño y atenciones; decidió venir para ver a sus amigos y alumnos”, manifestó la doctora en Demografía.
Durante el acto, el titular del INAH, Sergio Raúl Arroyo, mencionó que Silvio Zavala, nacido el 7 de febrero de 1909 en Mérida, Yucatán, ha estado indisolublemente ligado al INAH, “por lo que ésta es también su casa”.
El funcionario cultural recordó que Zavala representa al más ilustre de los pensadores mexicanos, formador de diversas generaciones de historiadores y hombres de inteligencia, y agudo observador del devenir histórico nacional.
La reunión de esta noche en el recinto localizado en Chapultepec fue marco también para la presentación del libro “Exilio político gratitud intelectual. Rafael Altamira en el archivo de Silvio Zavala (1937-1946)”, del historiador Andrés Lira, quien en su momento leyó un texto que preparó y en el que mencionó que Zavala es un hombre muy discreto.
“Nos ha dejado asomarnos a su vida personal y lo poco que sabemos de él ha sido por su profunda labor como historiador, jurista y diplomático”, por lo que este libro resulta fundamental para conocerlo de cerca.
El director del Museo Nacional de Antropología, Antonio Saborit, habló del ideario de jurista y de las aportaciones como historiador que ha realizado Silvio Zavala a lo largo de más de un siglo de existencia.
En el mismo acto se presentó también el libro “Primeras jornadas, 1931-1937”, con edición e introducción de Andrés Lira y la recopilación y notas de Alberto Enríquez Perea, volumen que reúne 15 trabajos de Silvio Zavala prácticamente desconocidos.
La carrera profesional de Silvio Zavala comenzó en los años treinta del siglo XX en instituciones como el Centro de Estudios Históricos de Madrid, El Colegio de México, el INAH y universidades como las de Puerto Rico, La Habana y Harvard.
Entre los cargos que ha desarrollado destacan el de miembro titular vitalicio de El Colegio Nacional, miembro de la Junta de Gobierno de la UNAM, delegado permanente de la UNESCO y embajador de México en Francia.
Tras la ceremonia en la que se festejó al maestro Zavala y se presentó el libro de Andrés Lira, numerosas personas se acercaron al homenajeado para tomarse una fotografía con él como muestra de admiración, cariño y respeto hacia un personaje nacido en México y cuya obra ha trascendido las fronteras.