Al señalar que Rufino Tamayo, al igual que los grandes artistas de todos los tiempos, «siempre ejercitó la mano y observó la realidad, aunque la transformara en sus obras», la curadora Karen Cordero dio por inaugurada anoche la muestra «Construyendo Tamayo, 1922-1937».
Se trata, explicó la especialista en el acto que estuvo presidido por María Cristina García Cepeda, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), de una exposición sobre la etapa temprana de la producción artística de Tamayo, que incluye 66 de sus obras pictóricas.
La exposición estará a disposición del visitante hasta los albores de 2014 en el Museo Tamayo, ubicado en el Bosque de Chapultepec, con motivo del 114 aniversario del nacimiento de Rufino Tamayo y a un año de la remodelación y ampliación de su edificio.
El recinto ofrece una muestra sobre la primera etapa formativa del artista, un periodo de 15 años que ha sido poco estudiado y que definió el estilo único de Tamayo. Se exploran algunos aspectos de su producción y establece un diálogo con las propuestas del arte mexicano moderno de las décadas 1920 y 1930.
De tal forma, explicó la curadora durante un recorrido por las salas de la exposición, la muestra vincula el inicio del universo estético del artista con algunos de sus colegas como David Alfaro Siqueiros, Manuel Alvarez Bravo, Adolfo Best Maugard, María Izquierdo y José Clemente Orozco, entre otros.
Cabe señalar que la historiadora del arte Karen Cordero, quien ha estudiado ese periodo histórico de la obra de Rufino Tamayo a fondo, ofreció una guía que ilustró con claridad el valor artístico, estético y cultural de la obra de Tamayo.
«Construyendo Tamayo, 1922-1937» presenta la formación de la identidad artística de Rufino Tamayo, valor principal de la muestra, a través de su experimentación en diferentes técnicas como la pintura, el dibujo y el grabado en madera, y su exploración de estrategias formales, conceptuales y temáticas.
La curadora mencionó que de acuerdo con lo anterior, «los resultados pueden detectarse en su estilo maduro con el cual hoy se le reconoce» en esta muestra que incluye más de 30 obras de 20 artistas modernos y 66 obras de Rufino Tamayo, entre óleos, dibujos, obra gráfica, acuarelas y no pocos libros.
Las piezas provienen de 25 colecciones nacionales y extranjeras. Muchas de las obras de Tamayo son inéditas o han sido poco exhibidas, como es el caso del proyecto para mosaico que realizó en 1922. La obra «Nueva York desde la terraza» (1937) es clave dentro de la muestra, al reflejar al incipiente Tamayo.
México, 30 Ago. (Notimex).