Un enorme incendio forestal que abarca unas 21,000 hectáreas ha estado quemando todo a lo largo del sur-oriente de Australia y es tan intenso que esta “creando su propio clima,” incluyendo relámpagos auto-generados.

El incendio, que ha matado al menos una persona y ha destruido varios hogares, viene tras los cinco días de la ola de calor en las ciudades de Adelaide y Melbourne. El calor obligó a los trenes que redujeran su velocidad y llevó a la suspensión del Abierto de Australia de Tenis en Melbourne. También causa preocupación por que se ahoguen koalas sedientas en las albercas y ha obligado a varias novias a usar minifalda en sus bodas.

Melbourne pasó por su cuarto día con temperaturas arriba de los 40ºC este viernes – el clima más caliente desde 1908.

La ola de calor estaba previsto para terminar el viernes, pero no antes de que relámpagos y vientos fuertes y secos alimentaron a más de cientos de llamas a lo largo de los estados de Victoria y Australia del Sur. Incendios también fueron reportados en Australia Occidental.

Los peores incendios, ubicados en el parque nacional Grampians, podrían unirse para formar un incendio que cubrirá 500,000 hectáreas de terreno.

Craig Lapsley, el comisionado de bomberos, dijo que el incendio en los Grampians era tan intenso que tenía una columna de convección de 12 kilómetros y que eso estaba creando su propio clima.

“Hay una posibilidad de perder propiedades e incluso si la gente es atrapada en el lugar equivocado, una vida se podría perder, o como mínimo habrían heridos,” dijo Lapsley.

Varios residentes del pueblo de Halls Gap optaron por quedarse y proteger sus hogares, poniendo sus vidas en riesgo. Se reporta que una mujer del pueblo de Roses Gap murió en el incendio.

“En cuanto a condiciones de fuego, ya llegamos a un punto donde no puede empeorar,” dice David Grimble, alcalde del pueblo de Horsham.

“Podríamos perder unos bienes, no hay duda de eso… pero lo que ya hemos perdido no lo sabemos con exactitud.”

Residentes en Melburne y Adelaide estaban festejando cuando la ola de calor por fin cesó viernes por la tarde. En Melbourne la temperatura bajó 10 grados en una cuestión de media hora.

El calor a lo largo de muchas partes de Australia oriental se anticipaba que terminaría con fuertes tormentas eléctricas, que podrían causar más incendios.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.