Ninguna gran metrópolis dura para siempre. Eventualmente cada ciudad cae. Algunas debido a la guerra, otras al desastre. Quizás las pérdidas más lamentables son aquellas que quedaron sumergidas en el océano porque sus tesoros se vuelven más inaccesibles. A continuación algunas de las más bellas ciudades bajo el agua.
Alejandría, Egipto
Esta ciudad fue fundada en el 331 a. de C. por Alejandro Magno. Una de sus partes más bellas es el complejo de palacios donde se encuentra el palacio de Cleopatra en la Isla de Antirhodos y la antigua ciudad de Rhakotis, que se inundaron hace más de 1200 años debido a terremotos.
Heracleion (Thonis), Egipto
Esta ruina fue descubierta en el año 2000 por el Instituto Europeo de Arqueología Submarina. Antes de la fundación de Alejandría, esta ciudad era el puerto más importante de Egipto y se hundió en el siglo 8.
En Heracleion se encontraba el templo de Amun, que ocupó un lugar importante en ritos asociados con la continuidad de la dinastía.
Canopus, Alejandría
La primera vez que se mencionó esta ciudad fue en el siglo VI a. C. Fue conocida por sus santuarios de Osiris y Serapis. Descubierta en 1933 por Prince Toussoun.
Port Royal, Jamaica
Fundada en 1518 y destruida por un terremoto y un tsunami en 1692. Era un destino famoso entre los corsarios ingleses y holandeses que iban a esta ciudad a gastar sus tesoros, y después se volvió la principal base para piratas. El terremoto de 1692 volvió líquida la arena y muchos edificios se hundieron.
Baiae (Campania) y el Portus Julius, Italia
Baiae fue saqueada por los musulmanes en el s. VIII y quedó enteramente desierta debido a una epidemia de malaria en 1500. El más grande de sus edificios se encuentra ahora bajo el agua por la actividad volcánica.
Villa neolítica de Atlit-Yam, Atlit, Israel
Este lugar se encuentra a 12 metros de profundidad y data de entre 6900 y 6300 a.C. Hay algunas casas rectangulares, construcciones y semicírculos formados con megalitos que pesan 1320 libras cada uno.
Aquí se han descubierto 10 entierros, incluyendo uno de una mujer y un niño cuyos restos indican que son los casos más antiguos tuberculosis.