Con la realización de dos obras en las que se muestra el modo de vida de los lugareños del barrio de Tepito, el Festival del Centro Histórico presentó esta noche el proyecto “Safari en Tepito”.

Se trata de la escenificación de un montaje a cargo de un grupo de lugareños de Tepito, llamados ‘parientes adoptivos’, quienes con actores, además de compartir su modo de vida, dan cuenta de sus vivencias, anhelos, sueños, exhibiendo al final a personas nobles, humildes y con ganas de salir adelante.

En el marco de las actividades del Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México, que inicia el próximo jueves y concluye eñ 13 de abril, la experiencia tiene una duración de cuatro horas, en el que se incluyen dos de cuatro obras, de 40 minutos cada una, representadas en las casas de los parientes adoptivos.

También se incluye un recorrido histórico por Tepito, una convivencia entre el público y la gente del lugar, transporte para entrar y salir del lugar.

Luego de la cita en la estación Tepito del Metro, el grupo siguió las órdenes de quien en realidad era el actor Raúl Briones, quien bajo el apodo de “El Gato” y ataviado de jeans, un gorro y suéter negro, y tras dos semanas de convivir con lugareños, encarnó a uno de ellos, adoptando en especial, el lenguaje.

Al abandonar dicha estación, el grupo siguió por la calle Carpintería hasta el cruce con Mineros y en el número 32 de esta última calle, se ingreso hasta el hogar de quien dijo llamarse “Martín”, alias El Power, un joven de entre 30 y 35 años en silla de ruedas, quien inició su historia al lado de “El gato”.

Con una mezcla de humor a veces ácido, a veces tierno o francamente patético, la obra es abordada en completa intimidad, ahí en donde El Power, apasionado de baile y conocedor de las salsas y cumbias, narra su vida, sus amores, la muerte de su padre y lamentándose de no haber sido padre y cómo fue que terminó en una silla de ruedas.

El déficit de atención, impotencia, represión sexual, recuerdos y alucinaciones, son algunos de los temas que se abordan en este montaje, donde el espectador es testigo de las historias de ambos personajes.

Durante la obra, el espectador convive no sólo con actores, sino con los lugareños, además de que se hace un recorrido por el barrio, contando historias y anécdotas.

El recorrido concluyó en el Centro de Estudios Tepiteños, donde a los asistentes se le ofrecieron bocadillos.

Para el actor Daniel Giménez Cacho, director y coordinador del evento, explicó que se trata de un concepto nacido en Holanda, al que definen como teatro de intervención social.

Las reservaciones se pueden hacer al teléfono 55351291 o en la taquilla del Teatro El Milagro.

México, 10 Mar. (Notimex).-