Los insectos modifican el comportamiento de apareamiento y cortejo en respuesta a cambios en la presión del aire, según los resultados publicados este miércoles en la revista de acceso abierto ‘Plos One’ por Ana Cristina Pellegrino y José Mauricio Bento, de la Universidad de Sao Paulo, en Brasil.
Su capacidad para predecir las condiciones climáticas adversas les ayuda a modificar su comportamiento de apareamiento durante los fuertes vientos y la lluvia, lo que reduce el riesgo de lesiones o incluso la muerte.
Los investigadores encontraron una disminución en la respuesta de feromonas con una reducción en la presión del aireLos investigadores estudiaron los cambios de comportamiento de apareamiento en el escarabajo de las cucurbitáceas, la verdadera polilla del gusano y el pulgón de la patata, ante la caída y el aumento de las condiciones de presión de aire.
Cuando los investigadores midieron la respuesta de los escarabajos masculinos a las feromonas sexuales bajo las diferentes condiciones, encontraron una disminución significativa en la respuesta de feromonas cuando la presión del aire se redujo en comparación con una presión estable o en aumento.
Por otra parte, el 63% de los machos iniciaron la cópula más rápido en presencia de las hembras durante el descenso de la presión atmosférica , una condición asociada con alta probabilidad de lluvias y vientos. Por el contrario, bajo condiciones de presión de aire estables o en aumento, todos los machos mostraron un comportamiento de cortejo completo.
Los científicos también midieron la extensión del comportamiento de atracción a un compañero que realizaron las polillas del gusano cogollero y los pulgones de la patata bajo las tres condiciones atmosféricas.
La llamada a las hembras de las polillas del gusano se redujo durante la diminución de la presión del aire y el pulgón demostró una disminución en su cortejo tanto durante una bajada como un aumento de la presión de aire, dos condiciones que pueden ocurrir con los fuertes vientos, pero en ambos casos, la reducción del cortejo fue de la mano con una disminución del comportamiento de apareamiento.
“Los resultados muestran que tres especies de insectos muy diferentes modifican su comportamiento sexual en respuesta a los cambios en la presión barométrica. Sin embargo, hay una gran cantidad de variabilidad interespecífica en las respuestas que pueden estar relacionadas con diferencias en el tamaño, la capacidad de vuelo y la periodicidad de apareamiento”, concluye Bento.
Fuente: (20 Minutos)