Desde que el nuevo iPhone 5S salió a la venta la semana pasada, el mercado de intercambio de teléfonos inteligentes ha estado a toda marcha. Sin embargo, todos esos teléfonos usados que inundan el mercado, en realidad podrían afectar a Apple y a sus rivales a largo plazo.
Para 2018, los teléfonos usados se comerán el 8% de las ventas de teléfonos inteligentes nuevos, hasta un 3% este año, de acuerdo a un informe reciente de Bernstein Research. El grupo de investigaciones espera que las ventas de los teléfonos usados aumenten más de cuatro veces durante ese período de tiempo, a 257 millones de aparatos.
Esto podría tener serias consecuencias para los fabricantes de aparatos como Apple y Samsung, los cuales dependen de la venta de teléfonos nuevos a los clientes, quienes ya pueden cambiar a un modelo más moderno después de pasado cierto tiempo.
Sin embargo, la tendencia de “re-commerce” (revalorizar las compras) no va a desaparecer en un futuro cercano. Se trata de un buen negocio para los servicios de intercambio, para quienes hacen renovaciones y para los mayoristas, así como para los clientes que consiguen dinero para comprar el teléfono de moda más reciente.
“Los intercambios están ganando popularidad porque la oportunidad es bastante clara”, dijo Jeff Kagan, un analista independiente de telecomunicaciones. “Las compañías pueden entrar a hacer dinero, y los clientes pueden ahorrarse un poco”.
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Los servicios en línea como Gazelle hicieron popular la idea de tratar tu teléfono inteligente como un auto usado, en lugar de refundirlo en el cajón de cachivaches. Ahora, muchas tiendas con locales físicos se han decidido a participar en el mercado: Minoristas como Walmart, Best Buy y Amazon han lanzado sus propios servicios de intercambio; Apple lo ha hecho también.
A medida que los programas de intercambio crecen, los clientes están más al tanto de que pueden recuperar un poco de dinero por sus aparatos viejos.
Bernstein calcula que 12% del cambio por nuevos modelos de teléfonos inteligentes alrededor del mundo fue el resultado de intercambios, lo cual es 4% más que hace tres años. Las cifras son incluso más altas en Estados Unidos, donde un cuarto de todas las actualizaciones a nuevos modelos ahora se dan a causa de intercambios.
Los iPhones de Apple actualmente representan la mitad de todos los teléfonos intercambiados, indicó Bernstein en su informe, pero esa cifra tendría que bajar a más o menos un tercio “a medida que el mercado de reventas se hace más global”.
Esa globalización ya ha empezado a ocurrir: Bernstein dice que cerca del 70% de los aparatos intercambiados terminan en mercados emergentes como China, mientras el 30% de ellos se vende en mercados desarrollados como Estados Unidos.
El único posible impacto positivo que los intercambios podrían tener para los fabricantes de teléfonos inteligentes es que algunos clientes están vendiendo sus teléfonos viejos para adquirir nuevos modelos más frecuentemente. En consecuencia, los operadores de telefonía móvil ya han ajustado sus planes y precios.
Fuente: (CNN)