Cansado de que sus hijos se acabaran los tarros de Nutella en un abrir y cerrar de ojos, el inventor alemán Daniel Schobloch decidió diseñar un candado a prueba de niños.
Schobloch cuenta que la idea se le ocurrió cuando hablando con un amigo suyo, éste le contó que un día llegó a su casa con ganas de comerse una rebanada de pan con Nutella y encontró el tarro vacío en la cocina.
Después de conocer esta historia el inventor alemán decidió que quería ayudar a su amigo diseñando algo que le impidiera a sus hijos terminarse la Nutella en pocos días.
Schobloch reconoce que la Nutella es algo tan delicioso, que tanto para grandes como para pequeños es realmente difícil resistirse a la tentación de abrir el bote y comer alguna que otra cucharadita a escondidas…
Por eso para evitar tentaciones de todo tipo, lo mejor es colocarle esta práctica protección que consiste en un pedazo de metacrilato que tiene dos piezas, se abre y cierra como si fuera una caja.
La dos partes del mecanismo se cierran con un candado, de modo que la única manera de abrirlo es tener la llave, de esta forma los pequeños no podrán abrirlo a no ser que los padres quieran.
Después de que dos de sus amigos compraran su invento, Daniel Schobloch decidió ponerlo en venta en Internet para ayudar a todos esos padres que tienen el mismo problema.
¿Estarías dispuesto a pagar 10 euros para poder disfrutar de tu Nutella sin problemas?