Hoy se dice que Juan Pablo II es un santo. Pero antes de ser llamado así, fue un hombre. ¿Él se reía? Ha preguntado mucha gente. Y la respuesta parece ser sencilla: claro que sí. Lo hacía, sobre todo, con el humor de Japo, un payaso que lo botó de risa más de una vez. Aquí la prueba. ¿Qué les parece?