Hace un par de jornadas decidí darme un descanso. La visibilidad era muy mala debido a un intenso whiteout y era un buen momento para reponer fuerzas. En esas horas que paso metido en la tienda, aprovecho para repasar el equipo, revisar las provisiones que me quedan y planificar los días siguientes en ruta.

Además, intento evadirme de algún otro modo, casi siempre viendo algún video o película en el dispositivo que he traído hasta aquí.

Entre las cosas que vi, está un reportaje sobre Iñaki Ochoa de Olza, grandísimo alpinista y muy buena gente. Nos conocíamos personalmente.

Imposible no emocionarse por toda la movilización y solidaridad que se despertó en el alpinismo de primera línea con su rescate.

Iñaki, nos has dejado un gran legado, sobre todo acerca de cómo se deben de hacer las cosas en estos sitios. Para nosotros importa, y mucho, cómo se hagan las cosas.

Por eso tomé la arriesgada decisión de intentar pedalear al Polo “unsupported“, sin depósitos con víveres en el medio. Es lo que quería. Es con lo que soñaba.

No es lo mismo, no son las mismas sensaciones, y no es el mismo espíritu. Soy de los que creo que hay que ser coherentes con el reto que te planteas.

Ahora, a algo menos de 300Km de poder conseguir mi reto, me veo midiendo al detalle cada gramo de comida que como, cada gota de combustible que utilizo, cada sorbo de agua que bebo, pero os aseguro que la satisfacción de hacerlo de la manera que debe ser habrá compensado todos estos esfuerzos.

(BBC)